Siempre ladró campeón



1974 – Pasemos a la segunda efemérides doble del día, recuerden que les dije que se trataba de una jornada tremenda en la historia del club, y en este caso tenemos otro partido y otro debut, pero en esta ocasión es un “clásico” de Avellaneda y el debut es una historia que debe ser la de mayor ternura en la historia de Independiente.

Vamos a lo primero, un día como hoy Independiente como local le gana a Racing por 4 a 1, con 3 goles del “Maestro” Ricardo Enrique Bochini y uno del “Negro” Rubén Galván. Fue por la denominada fecha interzonal o intergrupo del Torneo Metropolitano de ese año. Además, fue la única vez en su carrera que Bochini marcó 3 goles en un partido, a menos de dos años de su debut, lo que lo llevó a ser la tapa de El Gráfico posterior al partido, siendo la primera vez que aparecía en la tapa del medio gráfico deportivo más importante de la historia nacional, aunque claro luego, vendrían muchísimas tapas más.
Les dejo el video de los 3 goles de Bochini, comentados por el excelente periodista Gonzalo Bonadeo, pero si prestan atención, él va a comentar que ese día hizo dos goles más el “Mencho” Agustín Balbuena. Mi intención no es criticar a un periodista de semejante reputación, pero en esta ocasión está equivocado. En primer lugar el partido terminó 4 a 1, si Bochini hizo 3 ningún jugador puede haber convertido dos goles más, sino no sería coincidente con el 4 a 1 final. En segundo lugar el partido aparece mal fechado en el video, porque dice día correcto, mes correcto, pero colocan el año 1973, y en el Metropolitano de ese año ambos clásicos fueron empate en 0.
En tercer término, tal vez Gonzalo se equivoque con el otro clásico disputado ese año, cuya victoria fue para el Rojo también, con resultado 5 a 1 el 19 de mayo, pero en dicho partido Bochini no convirtió ningún tanto, y el que sí se anotó con dos goles fue Daniel Bertoni. O tal vez, esté equivocado con el Metropolitano de 1975, donde Independiente nuevamente gana por 5 a 1 y en ese partido sí, Balbuena es autor de dos tantos. Es a razón de todo esto en que considero que Bonadeo se confunde, como seguramente yo me equivoque en muchísimas efemérides. Aquí va el video: 



Ahora bien, pasemos a la segunda parte de la efeméride, recuerden que les anticipé sobre un debut en el partido cuya historia es la más tierna de nuestra historia. No fue el debut de un goleador histórico, ni siquiera el del goleador de aquel año, tampoco el de algún volante que nos haya ennegrecido aún más el paladar, ni el de un defensor de pierna templada, ni de ningún futbolista. Tampoco fue el debut de ningún DT que nos haya guiado a ganar alguna de las tantas copas de los 70, ni ningún integrante de un cuerpo técnico, mucho menos el primer día de trabajo de algún dirigente que haya engrandecido nuestra historia. Para empezar a hablar de este debut, voy a tomar una frase que expresó el gran Roberto “Pipo” Ferreiro: “SE CANSÓ SE SALIR CAMPEON”. ¿A quién se refería? A Boneco, el perro más famoso que haya dado la historia del fÚtbol nacional, y el más famoso en la historia de la Copa Libertadores.

Es que ese 24 de marzo frente a Racing Boneco entró por primera vez a la cancha junto al equipo, llevado por Pavoni, y aquí les voy a contar la historia, mágica pero real, del perro más multicampeón del fútbol en el mundo.

A comienzos de los años 70 un linyera brasileño residente en Buenos Aires, Juan Carlos Malodín, apodado “Lolo”, había caído en tal nivel de depresión que tenía decidido quitarse la vida, abandonándose a suerte y verdad bajo un puente en el barrio de Palermo. Una de sus piernas tenía gangrena y, según los médicos, sin posibilidades de ser salvada. Pero apareció de la nada un perro que comenzó a lamerle la herida durante días y días y, milagrosamente, la gangrena desapareció. “Lolo” recuperó las ganas de vivir y se hizo inseparable del perro que lo había salvado física y mentalmente. Bautizó a su mascota con el nombre de Boneco y le enseñó a hacer todo tipo de piruetas. De a poco se hicieron famosos, los contrataban para cumpleaños y fiestas infantiles donde el animal deslumbraba con su carisma y sus acrobacias.

Un tiempo después la dupla Lolo-Boneco llegó a Independiente, el nexo fue Hugo Doliani, un allegado a Independiente que conoció a Lolo en la calle y entabló amistad con él. Lolo le comentó que su sueño era que Boneco entre a la cancha con el club de sus amores, y Doliani hizo el resto.

Así fue como un día Lolo accedió al vestuario del Rojo y contó su sueño a los jugadores, que no tuvieron problemas en aceptar, pero no se imaginó nadie que eso que empezaba como un favor pronto se trasformaría en una religión. Y es que el perro se convertiría en mascota oficial de la institución, gracias al gran cariño que le tomaron los jugadores que, como si fuera poco, no se cansaban de ganar títulos por lo que Boneco pasó a ser una especie de gurú o talisman.

Luego de su debut un día como hoy, Boneco empezó a salir con el equipo siempre que jugaba en Avellaneda, y luego lo empezó a hacer en el interior, se hizo parte fundamental del plantel que lo adoraba, y finalmente llegó a la fama internacional viajando con la delegación a todos lados donde tuviera que presentarse por Copa Libertadores. Posaba de forma maravillosa para las fotos, recibía ovaciones tal cual las de un ídolo futbolista, y obviamente, daba las vueltas olímpicas en cada título.

Además de la frase inicial de Ferreiro, muchos futbolistas siempre lo recordaron, por ejemplo Pavoni o el “Bocha”, que llegó a decir que era muy importante para ellos, uno más del plantel, y que si algún día no viajaba el equipo sentía su ausencia. Pero también los rivales, Percy Rojas contó que aun jugando para Universitario de Lima quería conocer a la mascota cuando venían a la Argentina, y que mucha gente de Perú todavía lo recuerda.

Boneco empezó a trascender el campo de juego, por ejemplo asistiendo a las cenas del plantel multicampeón de esos años, en las cuales realizaba un truco que los ex jugadores disfrutaban pero no podían explicar como lo hacía. Resulta que “Lolo” le ponía un pañuelo en la boca y le nombra a un jugador cualquiera y Boneco iba y se lo llevaba, luego nombraba otro del plantel y se repetía el acto sin errores. ¿Cómo no lo iban a querer y sentirlo parte fundamental del plantel? Pero en esa intimidad no termina la fama de Boneco, porque llegó a la televisión Argentina para que lo adore el país. Era la mascota de la tira “Gorosito y Señora” de Canal 13, y hasta el joven actor más conocido del país, Marcelo Marcote, que trabajaba en las novelas más miradas de la TV se fotografió feliz el día que pudo conocerlo.

Boneco el de la tele, Boneco el de Independiente, Boneco aclamado por multitudes, ese Boneco fue sin lugar a dudas, un gran ejemplo de fidelidad incondicional con su dueño, ya que para 1978 mientras la mascota posaba con el banderín de propaganda del Mundial, la salud de “Lolo” se deterioró hasta que finalmente falleció. Durante el velatorio Boneco se la pasó debajo de su ataúd claramente triste según los testigos, y luego acompañó al cementerio a su dueño, quedándose allí totalmente negado a recibir alimentación alguna, dejándose morir hasta que eso sucedió impactando al mundo Independiente y conmoviendo a todo aquel que lo haya conocido.

Termino esta maravillosa historia retomando la frase de Ferreiro y agregándole mi propia opinión: “SE CANSÓ DE SALIR CAMPEÓN, CON INDEPENDIENTE…Y EN LA VIDA”. Les dejo un video homenaje a Boneco:


Escrito por Hernán Gustavo Paglieri – Vicepresidente Peña Roja Daniel Bertoni – San Andrés de Giles

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