Como en los viejos tiempos
Independiente y una paliza sin precedentes: venció por 7 a 0 a Nacional Potosí con goles y goleadores por doquier en la noche copera de Avellaneda.
Como cuándo el dolor no existía. Como cuándo nada nos perturbaba. Hoy el Rey de Copas dio fe de aquellos días, sin dudas los más felices. Porque con cada grito de gol, con cada euforia y locura desatada en una noche de miércoles que quedará en el recuerdo, se abrazó a un sueño. Aquel al que todavía, y ante los empujones de los de afuera, aún se aferra.
Fueron siete. Independiente anuló por completo de la cancha a su rival, al que hoy le tocó hacer víctima. Y fue ante un Rojo que salió con un solo objetivo: mostrarse más fuerte que nunca. Por eso y solo por eso, vaya si lo habrá logrado.
Primero fue con Dieguito Tarzia, que recibió un bochazo largo sobre la línea izquierda, para correr contra viento y marea. Y lo bajaron. Y Montiel cambió por gol. Aunque, claro, por supuesto que no iba a ser sin sufrir, porque el arquero visitante contuvo el penal en primera instancia. Pero la frialdad, sutileza y convencimiento de Santiago fueron más que todo: en el rebote y de cabeza, la mandó a guardar.
Eso no iba a ser todo. Promediando el primer tiempo, una gran jugada colectiva que inició con una gran intervención de Lomónaco y derivó en la combinación Zamba - Tarzia, este último sacó un zurdazo letal para clavar el segundo y comenzar a asegurar el resultado en Avellaneda. Así las cosas, triunfo por dos al descanso.
Show de goles en la segunda mitad
Los cinco restantes iban a caer como efecto dominó de 45 a 45. A poco de iniciado el ST, una gran jugada sobre la derecha culminó en los pies de Pipe Loyola, quién sin titubeo alguno remató fuerte y cruzado para el 3 a 0 y la sonrisa de todo Independiente.
El cuarto y el quinto iban a caer con otra soberbia jugada de Jonathan De Irastorza en su carril. Luego de un pase bochinezco de Luciano Cabral, el pibe levantó un centro llovido que Montiel cambió por gol con otro cabezazo goleador. Más tarde, el ingresado Lautaro Millán disparó con derecha de afuera, y festejó el 5 a 0 para los Rojos.
Sexto y séptimo para decorar la goleada
Un premio a la paciencia. Porque un sinfín de meses y partidos tuvieron que transcurrir, para que Braian "Chaco" Martínez vuelva a las canchas. Fue nada más ni nada menos que en una Noche de Copa, en la que el chaqueño se hizo de la pelota, encaró por su costado, enganchó hacia adentro y remató con un derechazo violeto que, con un desvío en el camino, derivó en el 6-0.
Un rato más tarde, llegó el último del partido. Pablito Galdames capturó una bola en el área y con sutileza estampó el 7 a 0 final.
Goleada histórica del Rey en el cierre de la Fase de Grupos de la CONMEBOL Sudamericana. Al ritmo de su gente y como en los viejos buenos tiempos, Independiente se ilusiona de cara a lo que viene. Ahora, tocará descansar. Pero será con la conciencia limpia, porque el Rojo demostró ser más fuerte que todo. Aún cuando quisieron derribarlo.
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