Una clásica victoria a puro aguante

Independiente ganó 2-0 a Racing en una victoria fabricada desde el banco, muy bravo, pero que desde lo táctico fue impecable. De La Cuna Al Infierno te trae la crónica del partido que lo deja puntero en su grupo.

Carlos Tevez sorprendió de arranque con David "Tata" Martínez de arranque y Martín Cauteruccio en lugar de Matías Giménez. El comienzo fue un delirio, ya a los 4 minutos una marea roja empujó con Braian Martínez como conductor y Canelo entrando como nueve y poniendo el 1-0 para la sorpresa de todo un estadio. 

A partir del gol, el "Rey de Copas" aguantó todo un primer tiempo recostado en su campo. Mientras, el equipo de Fernando Gago avisaba con Anibal Moreno de cabeza lo que iba a ser un dolor de cabeza constante. Mismo dolor que sintió Federico Mancuello que por un golpe tuvo que irse reemplazado por Lucas González.

La postal del primer tiempo marcó una Academia que domino la mitad de cancha y encontro en las espaldas de Ostachuk la clave para atacar. Sobre el final de la primera parte de la mano del "Chaco" llegó un mano a mano imperdible que no termina en gol por una mala definición del mejor de la cancha.

Para el segundo tiempo se retiró Patricio Ostachuk en lugar de Mauricio Isla y del lado local entraron Agustin Almendra y Maximiliano Romero en lugar de Juanfer Quintero y Gonzalo Piovi.

Luego de unos minutos el dt del "Rojo" vuelve a apostar en la linea de 5 poniendo a Felipe Aguilar en lugar de Martin Cauteruccio. Ya con Canelo con un juego inteligente y de puro esfuerzo, se generó otro gran susto en el Cilindro: una pelota cortada justamente de él para Chaco que debajo del arco revienta el travesaño. Otra clarísima que no puede definir.

Para los 65 minutos Gago metió a Gabriel Hauche en lugar de Gastón Martitena. Cinco minutos más tarde Canelo acusa un golpe en el ojo de Anibal Moreno que lo saca de la cancha en lugar de Matías Giménez. Agotó las ventanas Independiente.

A los 82 minutos hay un penal gracias a la avivada de Matias Gimenez que lo pidió rapidamente. A doble mano Nazareno Colombo -que ya tenia amarilla- lo hizo. A modo de revancha la pelota la agarró el Chaco, que no se achicó y cambió por gol.