La dura historia de vida de Alex Vigo

 

Siempre imaginamos que la vida de un jugador de futbol es una vida ligada al éxito, la fama y los grandes lujos, pero pocas veces pensamos el trasfondo por el cual un deportista tuvo que pasar para poder dar el gran paso a la primera división del Futbol Argentino. El caso de Alex Vigo, flamante refuerzo de Independiente, no es la excepción.


El lateral derecho nació el 28 de abril de 1999, en el antiguo barrio de Colastiné Sur, provincia de Santa Fe, una zona humilde afectada por las grandes inundaciones. “Me crie en un rancho, porque mi viejo nos abandonó ahí y nos llevó todo. No tengo vergüenza en decirlo y lo voy a decir a todo el mundo”, comentó en una nota con el Diario El Litoral.


Una de las curiosidades de la historia del ex jugador de Colón y River, es que su apellido no siempre fue Vigo, sino Gómez, el apellido de su madre Verónica, debido a que su padre biológico los abandonó dos semanas antes de su nacimiento. “Yo tenía mi apellido, que era Gómez, el de mi mamá. Te voy a contar todo, porque creo que es justo y que lo sepan todos... Mi padre biológico me abandonó antes de nacer, faltaban dos semanas”.  Su madre le hizo un juicio al padre, y fue la jueza de la causa quien le recomendó que utilizara el apellido biológico para poder recibir una cuota alimentaria. Para suerte de la familia, Jorge Rossi tomó la responsabilidad de criar al defensor, quien lo reconoce como su padre. “Pero ahora tengo a mi papá, que es Jorge Rossi y de él aprendí algo: ‘Padre es el que cría, no el que hace”, confesó.


El jugador de 22 años, por el cual Eduardo Domínguez insistió tanto en este mercado de pases, dio sus primeros pasos, allá por el 2009, en Colón de Santa Fe como volante central, pero rápidamente encontró su lugar en la defensa, por su porte físico. El actual director técnico del Rey de Copas conoce muy bien al lateral, ya que Domínguez, una década más tarde, fue quien lo subió a Primera en su paso por el conjunto Sabalero. Donde compartió su época en reserva con Tomás Chancalay, Facundo Garcés, Julián Chicco y Facundo Marín.


La historia de vida de Vigo es una más en el futbol argentino. Sabemos que muchos de nuestros futbolistas, con el correr de los años, fueron el sustento de sus familias. En el momento en que cobró su primer sueldo en Colón, su madre le dijo que se lo gaste en lo que él quisiera, pero Alex tomó la decisión de llevarla al supermercado para que sus hermanos no pasaran hambre. El apoyo no sólo fue a su familia, sino que también lo hizo con su pueblo, “En la inundación, con la última creciente, fue de las más grandes y el agua avanzó. El club me ofreció ir a vivir con todo pago a la pensión para que no tenga problemas y no deje de ir de entrenar al predio. Yo tomé la decisión de quedarme ahí, ése es mi pueblo y tengo que ayudar, afirmó.


Alex Vigo ya se despidió por redes sociales de Marcelo Gallardo y del plantel de River, lo que hará que en los próximos días se realice la revisación médica para sumarse al equipo de Domínguez, junto a los ya incorporados Damián Batallini y Leandro Fernández.

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