El rugido del león

El arquero de Independiente, la gran figura de la tarde en Avellaneda. 

Sebastián Sosa atajó un penal sobre el final del partido ante Colón y ayudó a que Independiente se llevara un punto muy valioso del Libertadores, por como se dio el partido. Pusineri metió mano en el segundo tiempo, generó un cambio de aire en el once y el "Rojo", sin dejar una buena imagen, mantuvo su invicto en la Copa de la Liga.




Un partido muy raro desde lo emocional y malo desde lo conceptual. Eso se vio en el equipo que Pusineri paró hoy en el Libertadores de América, ante Colón. Pudo haber sido derrota, fue empate, pero también pudo ser una victoria para Independiente. Sí, así de inentendible fueron los 90 minutos del encuentro ante el "Sabalero" si lo generalizamos. Pero lo cierto es que en el último minuto de juego, tras una mano en el área del "Rojo", fue Sebastián Sosa quien se puso los guantes y atajó el penal de Olivera para mantener al equipo invicto en su grupo. Cuarto partido al hilo que el uruguayo es la figura del "Diablo", nivel altísimo del arquero que hoy se llevó todos los aplausos en Avellaneda. 



No la pasó bien Independiente. Sufrió las desatenciones del medio, que durante todo el primer tiempo no pudieron concretar buenas triangulaciones. Silvio Romero padeció la poca creación de parte de Pablo Hernández, Andrés Roa y Domingo Blanco. Los laterales no llegaban a proyectar para buscar generar acciones ofensivas o al menos concretar algún centro. Sin ir más lejos, sólo un tiro desde afuera del área de Lucas Romero fue el que pudo complicar durante los primeros 45' al arquero de Colón. El gol de Wilson Morelo llegó a causa de una perdida en la marca en un corner muy bien ejecutado por Chancalay, el juvenil del conjunto santafesino. Todos, con el correr de los minutos, parecían entrar en esa mala sintonía que tenía el mediocampo. La visita tenía el dominio de la pelota y eso Independiente lo padecía producto de la falta de jugadores de marca.



El segundo tiempo arrancó sin cambios, no sólo en los números de las camisetas, si no en lo anímico del equipo. No parecían llegar esos destellos de jugadores como Roa o Blanco. Mismo Hernández parecía desconocido y sin encontrar el momento para entrar en partido. No asombra para nada que hayan sido los 3 primeros cambios, y en simultaneo, para que entre aire fresco en el equipo: Pusineri mandaba a la cancha a Lucas González, Soñora y Fede Martínez. Desde ese momento, las sensaciones del equipo fueron alternando para bien a causa del renovación de pulmones en el once. Encontraba el espacio con alguna corajeada, atacaba con la pelota pero sin precisión. La idea de juego sigue siendo una cuenta pendiente en este Independiente. Sobre el final, y ya con Messiniti en cancha también como segundo centrodelantero, el "Rojo" fue a buscarlo con centros al área y se llevó, tras una palomita a contrapierna de Lucas Rodríguez, imposible para el arquero, el gol agónico del empate. Pero mientras los jugadores y el cuerpo técnico se descargaban tras marcar la igualdad, una mano en el área del "Diablo" llevó a que Sebastián Sosa se lleve todas las miradas del final. Y en su primer penal en contra, se puso otra vez el equipo al hombro, atajó su primer penal en el club, rugió como el león que lleva tatuado en su cabeza, y permitió que los festejos no terminen ahí.



Sí, no fue una buena actuación, dejó mucho para que el cuerpo técnico remarque y corrija para el próximo partido, pero no se perdió y eso da cuerda y confianza después de una tarde que futbolísticamente que se veía negra. Sigue invicto en la zona y en la siguiente fecha tendrá que enfrentarse a Defensa, en Varela. ¿Se vendrán cambios importantes en el once?





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