Gusto a poco





En el debut de Sebastián Beccacece, Independiente venció a Universidad Católica de Ecuador, por 1 a 0, con gol de Pablo Hernández, y deberá ir a Ecuador a revalidar lo hecho en Avellaneda.

En una primera etapa en la que no jugó de gran forma, el Rojo, por momentos jugó con la intensidad que planea el Entrenador, aún sin eficacia. Se intentó generar por las bandas, a espaldas de los laterales del equipo ecuatoriano. Por el lado de Francisco Pizzini fue por donde más se pudo lastimar, ya que, de manera permanente, el ex Olimpo ganó la posición en pelotas profundas, aprovechando su gambeta en velocidad. Cecilio Domínguez, por la izquierda, no tuvo la misma suerte. Todo lo que intentó en esta mitad, le salió mal. Chocó permanentemente con los defensores.

Con Benítez de centro delantero "falso", esa posición era ocupada, con alternancia por Hernández, Pizzini o Domínguez, cuando el Misionero salía del área para colaborar en la creación

Para hablar de situaciones de peligro, hay que remontarse a los 35 minutos, cuando tuvo la más clara en los pies de Cecilio, tras un remate de Domingo que encontró el pie izquierdo del Paraguayo, para que la pelota diera en el travesaño, y el rebote, nuevamente tomado por el 11, fue atajado, magistralmente, por Galíndez.

En el complemento, directamente, fue todo para Independiente que, desde el empuje, se llevó por delante a la Visita. Fue muy importante Sánchez Miño, que manejó los hilos del equipo, dominando cada jugada de ataque roja.

A los 10 minutos se vio una clara muestra de éllo, cuando el lateral-volante tomó el balón, habilitó entre líneas a Domínguez, que con un regate dejó en el camino a Galíndez, y lanzó un centro al segundo palo, para el ingreso de Hernández, que cabeceó contra un palo para marcar el 1 a 0.

De los pies de Benitez también se gestaron acciones interesantes. Más allá de ubicarse más retrasado en esta parte, y a partir de ahí ser importante, estuvo movedizo, encaró, hizo jugar a sus compañeros y tuvo buenos remates de media distancia que se fueron cerca.

Pizzini, en el segundo tiempo, tuvo destellos de lo mostrado en el inicio, quizás por el cansancio, pero siguio siendo peligroso. Le falta tomar buenas decisiones tras los desbordes, al igual que a Cecilio, que en este encuentro hizo bien la jugada del gol. Nada más. Después estuvo muy apurado y nunca pudo gravitar.

La defensa, aunque no tuvo grandes preocupaciones, lució firme. Es cierto que, también, tuvo en Nico Domingo, a una rueda de auxilio que cortaba en todos los sectores del terreno.

La distancia parece corta. Se pudo haber convertido algún tanto más, pero es importante arrancar un ciclo ganando, y aumentar la confianza. Se puede ganar en Ecuador. El Rojo es superior a este equipo, que va a hacer pesar la localía. No se recibieron goles y será vital marcar de visitante.

Si bien la serie quedó abierta, Independiente viajará con la fe intacta, para intentar encaminarse hacia una nueva clasificación.


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