El “Maestro” le enseñó a Estudiantes



1984 – Jornada de Copa Libertadores en Avellaneda, con Independiente recibiendo a Estudiantes de La Plata, en un partido emblemático de aquel año 1984 e histórico porque jamás se olvidó.
Antes de ir al encuentro presento la situación. Era por la fase de grupos de la copa, y hasta ese momento las cosas estaban de la siguiente manera: Olimpia de Paraguay era líder con 5 unidades en tres partidos, lo seguía el Rojo igualado en puntos pero con un partido más, y más atrás venían Sportivo Luqueño y Estudiantes con 3 unidades y también cuatro partidos jugados.

Recordemos que solamente el primero de grupo seguiría en competencia, por ende, Independiente tenía la obligación de ganar su partido, le servía hacerlo por varios goles para tener una buena diferencia a favor en caso de un posible empate en el liderazgo del grupo, y también ese día se enfrentaban los equipos paraguayos entre sí, por lo cual era favorable un triunfo de Luqueño.

Ya entrando al épico partido, aquel día salieron a la Doble Visera estos 11: Goyén; Clausen, Monzón, Trossero y Enrique (36 Zimmermann) en defensa; Giusti, Marangoni, Burruchaga y Bochini en el medio; y adelante Sánchez (45 Bufarini) y Barberón, con el DT José Omar “Pato” Pastoriza. Mientras Estudiantes, dirigido por Eduardo Manera, conservaba la base del equipo campeón del Nacional 1983, justamente frente a Independiente, con jugadores como Herrera, Agüero, Trobbiani, Russo, Ponce, Trama, Gurrieri, etc.

No comenzó para nada bien el partido, porque a los 35 minutos Trossero le comete penal a Trama y Ponce lo cambia por gol poniendo arriba a la visita en el marcador, y en ese momento el Rojo ya casi estaba virtualmente eliminado por la copa. Así se fueron al descanso, pero en el segundo tiempo Independiente sería una marea roja, una furia, con un nivel de juego altísimo como el que acostumbraba éste equipo de aquella época.

A los 53 minutos, Alejandro Barberón le gana la espalda a su marcador y se anticipa a la salida del arquero Benítez, dejándolo fuera de camino en la zona de la medialuna del área grande. Allí “Porota” gira sobre su pie derecho y define con la zurda, mandando la pelota al fondo del arco en medio de varios defensores que intentaron taparlo.

A los 71, minutos se repite la fórmula, pase desde mitad de cancha para Barberón que nuevamente gana a espaldas de la defensa, pero en esta ocasión el arquero Benítez logra anticiparlo en la línea del área. Dicho anticipo del arquero genera un rebote que queda para la llegada de Jorge Burruchaga, quien desde lejos le pega como viene con pierna zurda para un golazo. Era el 2 a 1 a favor del local que lo daba vuelta pero que no se conformaría.

A los 77, minutos hay tiro libre para Independiente cerca de mitad de cancha, Enzo Trossero lo ejecuta rápido ante un Estudiantes dormido. La pelota va cruzada hacia el sector derecho del ataque, donde Bochini la baja e inmediatamente hace un toque sutil que hace pasar de largo a su marcador. Una vez liberado el “Bocha” define de zurda al primer palo para que se convierta en el 3 a 1.

A los 83, minutos el Rojo tuvo la chance de estirar la ventaja mediante un penal que le hicieron a Barberón, quien fue derribado luego de que una vez más ganara por el sector izquierdo superando a su marcación en ingresando al área. La pena máxima fue ejecutada por Trossero, pero el arquero Benítez le adivinó la intención y tapó el remate. Aun así Independiente siguió buscando y apenas 2 minutos más tarde llegaría la frutilla de la noche.

Sonaré muy repetitivo pero la realidad es que Alejandro “Porotra” Barberón por enésima vez le ganó a su marca en el sector izquierdo, superó a su rival y se fue con pelota dominada contra el arco. Al llegar a la línea del área grande descargó hacia el media con un pase a Bufarini, y éste a su vez, alargó el pase hacia Bochini justo en el medio de la medialuna del área. La pelota picó mal y se elevó, y en ese momento Bochini decidió realizar una definición de excelencia para un gol digno del “Maestro”.

Con su pierna derecha llena de magia, le dio una “cachetada” a la pelota elevándola por sobre el salto del arquero Benítez que nunca llegó, el esférico pegó en la parte inferior del travesaño y se metió dentro del arco para el 4 a 1 final.

En relación al último gol, y a lo que jugó Independiente ese día, les voy a dejar el video del relato de Víctor Hugo de ese gol, donde podrán escuchar con claridad las frases “Basta para mí, no quiero más, no tengo interés en ver más futbol por un año”, “Es una barbaridad continuar jugando al fútbol después de lo que ha hecho Ricardo Bochini”.

El rojo demolía a Estudiantes y lo dejaba sin chances, con todo lo que significaba el cruce de estos equipos desde la Libertadores 68, y lo que había sido recientemente las definiciones de los títulos locales entre los dos. Un Bochini excepcional, un Burruchaga de altísimo nivel, un Barberón ganando absolutamente todas las jugadas que hizo, y un funcionamiento magnífico en conjunto, hacían que Independiente destroce a Estudiantes y siga con chances de liderazgo en el grupo. En Paraguay Olimpia le ganaba a Luqueño, por lo que las cosas quedaban así: Independiente líder con 7 unidades y diferencia de 5 goles a favor en 5 partidos jugados, y segundo Olimpia con mismo puntaje y diferencia de 3 goles a favor pero en 4 partidos, mientras que los dos equipos restantes ya quedaban sin chances.

A fines de abril llegaría el último partido de la fase de grupos para Independiente, justamente frente a Olimpia, y si el Rojo lograba la victoria prácticamente sellaría su pase a la siguiente fase, pero ya habrá tiempo para contarles sobre ese día, que se trató de otra jornada épica de nuestra historia.

Les dejo el video de los goles del partido, también el del relato mencionado de Víctor Hugo, y además, no se pierdan la serie de fotos de la efeméride, puntualmente la de antes de iniciarse el juego cuando los capitanes están en diálogo con el árbitro. Para algunos puede que sea sólo una foto más, pero si observan verán a nuestro ídolo y capitán, el extraordinario Enzo “Vikingo” Trossero, con una postura que no deja lugar a dudas sobre su personalidad, su mirada en alto clavada en el capitán rival, que simplemente bajó su vista hacia el suelo. Así era Trossero y así era la personalidad de este equipo.






Escrito por Hernán Gustavo Paglieri – Vicepresidente Peña Roja Daniel Bertoni – San Andrés de Giles

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