Derrota que preocupa




Independiente volvió a perder, esta vez con Gimnasia, por 1 a 0, en una actuación pésima. Lejos de lo mostrado frente a Racing, fue preocupante lo demostrado esta noche. Con este resultado, está fuera de la clasificación a las Copas.

El primer tiempo fue muy mal jugado por el Rojo. Recurrió permanentemente a la falta y regaló oportunidades al equipo local, por medio de tiros libres de Víctor Ayala.

Pablo Pérez pareció perdido en el mediocampo. Nunca hizo pie. Los primeros 15 minutos sufrió mucho las subidas de Lucas Litch.

Ayala tuvo un par de situaciones desde su zurda, tras los mencionados balones detenidos, ofrecidos por los futbolistas de Ariel Holan. En ambos respondió muy bien Martín Campaña, ya que fueron complicados, por su violencia.

Cecilio Domínguez, con poco, fue el más desequilibrante del Rey de Copas, aunque nunca pudo combinar con sus compañeros para culminar una jugada. 

Sobre el final de esta etapa llegó lo más inquietante para Alexis Martín Arias, cuando tras un tiro de esquina ejecutado por Fernando Gaibor, llegó un cabezazo limpio, que se colaba en el ángulo derecho del arquero Lobo, quien alcanzó a manotear para que la pelota pegara en el palo y fuera despejada.

De esa jugada, llegó también la más clara del Local, que salió rápido de contragolpe, en los pies de Jesús Vargas, quien trasladó bien y habilitó a Lorenzo Faravelli, que, cara a cara con Campaña, definió al cuerpo del arquero.

El complemento fue más de lo mismo. Independiente no encontró la posesión de la pelota. Pareció jugar con displiscencia y sin la intensidad con la que jugó el Clásico. No fue ni por asomo el equipo que Holan pretende.

A los 6 de esta parte, en una jugada proveniente de un lateral para Gimnasia, Jan Hurtado tomó la redonda y remató. Rebotó en Figal y quedó boyando en la medialuna del área. La tomó Faravelli, quien contó con la libertad que le ofreció Pérez y, con un derechazo fuerte, a la izquierda del arquero uruguayo, convirtió el 1 a 0.

Ni con ese cachetazo reaccionó el Rojo. Fue un cúmulo de imprecisiones y erró pases insólitos. 

El único ataque que pudo haber dictaminado el empate fue un tiro de Benítez, de muy mal encuentro, de 25 metros, muy violento, que atajó excelente el arquero Tripero.

El conjunto de Ortíz contó con dos chances más, en los pies de Comba y el Tanque Silva, aunque sin suerte.

Otra muy floja actuación. Hubo jugadores con actuaciones sorprendentes por lo malas, practicamente no hubo cosas positivas, salvo chispazos de Domínguez. 

Holan va a tener que dar un golpe de timón porque el barco está por chocar. Segunda derrota consecutiva y fuera de las Copas, din dudas, es el peor momento desde que el Profesor está al mando. Ojalá se pueda cambiar.


Foto: Club Atlético Independiente

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