Racing no pudo y tocó Libertad



2017 – Se disputó el partido de vuelta por las semifinales de la Copa Sudamericana 2017, entre Independiente y Libertad de Paraguay.

En la ida, había sido triunfo de los paraguayos por 1 a 0 con el gol de “Tacuara” Cardozo en la primera jugada del encuentro, definiendo de gran manera pero habiendo bajado la pelota con su brazo, cosa que el árbitro no vio. Luego Cardozo se iría expulsado por una agresión a Alan Franco, perdiendo de esa forma a su figura el equipo guaraní. El Rojo buscó empatar el cotejo y lo mereció pero no pudo lograrlo.

Así las cosas, un día como hoy Independiente no tenía más opción que ganar para poder acceder a la final de la copa. El hincha entendió la situación y confiaba en el equipo, por eso esa noche convirtió al Estadio Libertadores de América en un verdadero infierno, con 50.000 personas presentes, que vieron salir al campo de juego a: Campaña; Bustos, Franco, Silva y Tagliafico en defensa; Rodríguez (66' Amorebieta) y Sánchez Miño el doble cinco, y delante de ellos Benítez (58' Domingo), Meza y Barco (87' Albertengo); con Gigliotti de delantero, todos bajo la dirección técnica de Ariel Holan.

Arranca de gran manera el juego para Independiente, yendo al ataque a buscar decididamente el resultado, y así fue como a los 15 minutos Meza con mucha viveza hace rápido un lateral para Bustos, que picando le había ganado la espalda a la defensa, se metió en el área y cuando lo quisieron cerrar le cometieron un claro penal. Ezequiel Barco tomó la responsabilidad y lo cambió por gol a los 17 para empezar a ganar el partido y empatar la serie.

Apenas un instante después, a los 18 minutos el equipo recuperó la pelota en campo propio y salió rápido con Meza, quien se combinó nuevamente con Bustos haciendo una pared. Maxi se llevó la pelota dominada hasta dentro del área y metió un centro bajo para la entrada de Gigliotti, quien arrojándose al suelo, tocó la pelota con la punta del pie izquierdo y puso el 2 a 0. Fueron apenas un par de minutos para sacar ventaja de dos goles en el partido y de uno en la serie, y para hacer que el estadio explotase de alegría.

Se podía suponer que a partir de ahí el Rojo manejaría el partido e incluso le daría el golpe de knock-out al rival, pero nada de eso pasó, porque a los 24 minutos se presentó un tiro libre para Libertad que cayó en el área, para que tres veces ganasen de cabeza los futbolistas paraguayos y para que Ángel Cardozo marcase el 2 a 1. Independiente era vencido en lo que mostraba como su gran debilidad, el juego aéreo, y ahora las cosas estaban 2 a 2 en el global, pero el rival ganaba la serie con ese gol de visitante.

En ese momento del partido, la suposición podía ser que el Diablo sintiera el golpe y se veniera abajo, sin embargo, este equipo mostró en cada partido una gran personalidad, mucha actitud y compromiso, con gran fortaleza mental para sacar las cosas adelante. Lejos de preocuparse, Independiente tomó la pelota nuevamente y se adueñó del trámite del juego. Si en el segundo gol la combinación había sido por derecha entre Meza y Bustos, a los 30 minutos dicho tándem lo hicieron Barco y Silva por izquierda, luego, Silva llegó al fondo para enviar un centro bajo (al igual que Meza) que nuevamente conectó Gigliotti pero esta vez con su pie derecho, para desviar la dirección de la pelota rumbo al fondo del arco, marcando el 3 a 1 y que nuevamente explotase el público.

La segunda etapa se vio a un Independiente bastante contenido que atacó poco, pero sin pasar sobresaltos. Libertad no hizo demasiado durante gran parte del juego, hasta que en los últimos 10 minutos empezó a empujar mediante pelotazos al área o pelotas paradas. Se sufrió bastante hasta el final y se pudo ampliar la ventaja mediante Barco que tuvo la más clara. El resultado no se movió y el pitazo final hizo estallar al estadio, cuerpo técnico y jugadores.

Se accedía a una final de copa internacional luego de 7 años, desde lo que había sido la Sudamericana 2010. Se vivía una semana extraordinaria para Independiente, ya que 3 días antes se le había ganado el “clásico” a Racing en su cancha, con un equipo plagado de suplentes y juveniles, con uno menos casi todo el partido por la expulsión de Rodrigo Moreira, con el arquero suplente (Gonzalo Rehak) atajando lesionado y siendo sustituido por Damián Albil, que ingresó al encuentro de jogging a atajar hasta finalizar el encuentro por 1 a 0 con el gol de Leandro Fernández.

En la copa restaba esperar la definición de la otra semifinal entre Junior de Colombia y Flamengo de Brasil, siendo éste último equipo el otro finalista, para repetir la final de la Supercopa 1995.

Les dejo el video resumen del partido:


Escrito por Hernán Gustavo Paglieri – Vicepresidente Peña Roja Daniel Bertoni – San Andrés de Giles

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