El Rojo Supercopado contra Boca



1994 – Siendo su séptima edición, Independiente se coronó por primera vez en su historia campeón de la Supercopa Sudamericana. Siendo el tercer equipo argentino en ganarla (ya la tenía Racing y Boca), y sacándose la espina del subcampeonato de 1989, cuando la perdió por penales frente a Boca.

Justamente contra ese rival se corona Independiente. Una semana antes, en la "Bombonera", habían empatado 1 a 1, y un día como hoy el Rojo gana por 1 a 0 con un golazo de Sebastián Pascual Rambert a los 55 minutos del partido. Aquel día el equipo fue: Luis Islas; Néstor Craviotto (Gordillo), Claudio “Polaco” Arzeno, José Tiburcio “Tiburón” Serrizuela y Guillermo “Luli” Ríos en la defensa; al medio Diego Cagna, Hugo “Perico” Pérez, Gustavo López y Daniel Garnero; y la delantera con Albeiro “Palomo” Usuriaga (Cascini) y Pascual Rambert, mientras que Miguel Ángel Brindisi era el DT. Por su parte el Boca de César Luis Menotti contaba con figuras como Navarro Montoya, Vivas, Gamboa, Fabbri, Mac Allister, Acuña, Márcico, Pico, Martínez, Da Silva, etc.

Un equipo mucho más asentado y aceitado luego de ser campeón del Clausura de aquel año, decidido a ganar esta copa que faltaba en las vitrinas repletas del club, y que recordemos que se había comenzado a disputar recién en 1988, disputándola solamente aquellos equipos del continente que alguna vez en la historia fueron campeones de la Copa Libertadores, por lo cual obviamente Independiente era el de mayor autoridad de jugarla siendo el máximo ganador hasta hoy de dicha competición.

Repasando el torneo tenemos que decir que el Rojo había eliminado a medio Brasil, tres de los cinco equipos habilitados a jugarla. Primero fue el turno del Santos con paliza 4 a 0 en Avellaneda, luego la víctima fue Gremio, y ya en semifinales Cruzeiro recibió otra vapuleada por 4 a 0. Todas aquellas victorias tuvieron su correspondiente efeméride para explicar el proceso que llevo al equipo a jugar la final contra Boca, para luego ser el campeón indiscutido de la competencia.

Independiente termino sin recibir ni un solo gol en condición de local en los cuatro partidos que jugó, totalizando cuatro victorias, dos empates y dos derrotas, con 13 goles a favor y 4 en contra.

Por su parte Boca había dejado eliminado a grandes equipos como Peñarol, River y San Pablo. Diez años después del último título internacional del club, se lograba conformar nuevamente un gran plantel que supo lograr títulos internacionales, ya que al año próximo repetiría la obtención de la Supercopa y sumaría la Recopa. De la mano de un Islas que era de los mejores arqueros del país, sosteniendo muchos partidos y brindando una seguridad notable, una defensa de muy buen nivel que además de marca aportaba en juego por los costados y juego aéreo con Craviotto, Arzeno, Serrizuela y Ríos.

En el medio Cagna y “Perico” Pérez eran los volantes más retrasados para recuperar y entregar al pie a los dos más adelantados, de generación de juego a puro talento, ellos eran Gustavo López y Garnero. Y arriba había velocidad, talento, amagues, gambetas, definición y todo lo que una gran delantera debe tener, ambos incontenibles, ellos fueron Usuriaga y Rambert. Completaban como recambio jugadores como Rotchen, Ramírez, Gordillo, Meijide, Cascini, Gareca, Parodi, etc.

Tal era el poder ofensivo del equipo ese año, que los dos delanteros más Gustavo López al ser el volante de mayor llegada a gol, fueron elegidos todos los mejores delanteros del continente, algo que nunca había pasado ni se dio otra vez, el tridente ofensivo de un mismo equipo elegidos los mejores de América. Solamente estuvo cerca River en 1996 con Francescoli, Ortega y Salas, pero el chileno disputó una parte del año para Universidad de Chile. En síntesis, un equipo notable, que bien merecido tiene el recuerdo eterno en la memoria del hincha rojo.

Sobre la final de un día como hoy, decir que se trató de un partido muy parejo, donde no podían sacarse diferencias hasta que Gustavo López asiste magistralmente para el pique de Rambert, que definió de forma maravillosa por sobre Navarro Montoya que solo pudo mirar la obra de arte. Uno de los goles más recordados de los últimos tiempos para Independiente, que desencadenó el clásico “avionsito” para el festejo de Pascual y de toda una Doble Visera colmada al extremo. El Gráfico expresó sobre el partido: “Fue la gran final que el fútbol argentino se debía y nos debía. Una final a puro fútbol. Vibrante, emotiva, con dos equipos que iban al frente, a jugarse por la victoria con armas limpias, nobles, generosas, de fuerte atracción visual, de indudable riqueza estética, tratando cada uno de prevalecer por ser mejor que el oponente”.

Les dejo dos videos: el primero es el resumen de la finalísima de un día como hoy, y el segundo es el resumen de toda la copa ganada por el Rojo.





Escrito por Hernán Gustavo Paglieri – Vicepresidente Peña Roja Daniel Bertoni – San Andrés de Giles

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