El Rojo tricampeón de Libertadores



1974 – Finalísima de la Copa Libertadores de ese año entre Independiente y San Pablo. En Brasil, en el Estadio Pacaembú, había sido triunfo por 2 a 1 para los locales, mientras que en Avellaneda el "Rojo" lo había vencido por 2 a 0 con los goles de Bochini y Balbuena, por lo cual se llegó a este tercer partido desempate cuyo escenario fue el Estadio Nacional de Chile, cancha donde el "Diablo" ya había sido campeón del continente en 1965, cuando destrozó a Peñarol en el encuentro definitorio.

El Rey del continente ese día formó con: Carlos Gay; Eduardo Commisso, Miguel Ángel “El Zurdo” López, Francisco “Pancho” Sá y Ricardo Elbio “Chivo” Pavoni en defensa; al medio “El Negro” Rubén Galván, Miguel Ángel “Perico” Raimondo y Alejandro “Polaco” Semenewicz; y arriba “El Mencho” Agustín Balbuena (77 Osvaldo Carrica), “El Maestro” Ricardo Enrique Bochini y Daniel “Superpibe” Bertoni (85 Luis Giribet), todos bajo el mando del DT ídolo absoluto, Roberto Oscar “Pipo” Ferreiro. San Pablo lo hizo con: Vladir Peres; Pablo Forlán, Mario Aldo Paranhos do Prado, Arlindo Galvao, Gilberto Ferreira da Silva (45 Nelson Baptista Junior); Francisco Jesuino Avanzi “Chicão”, José Carlos Serrao “Zé Carlos” (82 Silva), Pedro Virgilio Rocha; Mauro Madureira Arruda, Sebastiao Miranda da Silva Filho “Mirandinha” y Eronides de Souza “Piau”, con el DT José Poy.

El resultado fue 1 a 0 a favor del Rey de América sobre los brasileros, con gol de penal del gigante “Chivo” Pavoni a los 37 minutos de juego. A partir de ahí, el partido fue una batalla para el Rojo, de esas a las que ya estaba acostumbrado, y tanto la defensa como el mediocampo resistió a todos los intentos del equipo paulista.

A los 27 del segundo tiempo, Semenewicz derribó a Zé Carlos y el juez Orozco cobró penal, el mismo fue ejecutado por el propio Zé Carlos y atajado parcialmente con gran esfuerzo por el arquero Carlos Gay. Sin embargo, la pelota amortiguada siguió rumbo a la red, pero el arquero logró incorporarse y la atenazó contra su cuerpo. Esta heroica atajada fue prácticamente la que consagró a Independiente como campeón de América por quinta vez en su historia.

Un curioso dato de ese momento del partido fue contado por los protagonistas, quienes expresaron que luego de la atajada el “Polaco” Alejandro Semenewicz se acercó al Carlos Gay, tomó la pelota con sus manos y la besó a modo de festejo, llamando la atención ese acto al capitán Pavoni quien le recriminó a su compañero diciéndole: “¿Sos o te haces? Nos van a cobrar penal de nuevo”.

Para hablar un poquito del rival, decir que San Pablo llegó a la final por eliminar a Palmeiras, Wilstermann y Deportivo Municipal en la fase de grupos, y en la segunda fase o semifinales, a Millonarios de Colombia y Defensor Lima de Perú, sin ser derrotado en ningún partido. Fue una semifinal para nada comparable con la que tuvo Independiente, la cual ya repasaremos.

Recordemos y aclaremos, que tal cual marcaba el reglamento desde la fundación de la Copa, el último campeón entraba a la siguiente desde esa segunda fase o semifinal, pero que no era como ahora mano a mano, sino que cada una era una zona de tres equipos cada una teniendo que jugar cuatro partidos y no dos, para así determinar el líder de cada zona y enfrentarlos en la final.

Pero volviendo al rival, el equipo contaba con jugadores como su arquero Waldir Peres, que tendría una vasta trayectoria por más de una década en San Pablo y luego por todo el fútbol del Brasil, además de ser mundialista en tres ocasiones. José Carlos Serrão “Zé Carlos” era figura del equipo a pesar de haber fallado el penal durante el partido.

También, el plantel contó con dos uruguayos para destacar, primero vamos con Pedro Virgilio Rocha, un volante de lo mejor que ha dado la historia del fútbol uruguayo y sudamericano, apareciendo entre los 50 mejores de esta parte del planeta en el siglo XX, con records como haber participado de cuatro mundiales con Uruguay, había sido una década volante de Peñarol en su época dorada de copas ganando Libertadores e Intercontinentales, de hecho jugó las tres finales de la Libertadores 1965 frente a Independiente. El otro uruguayo del San Pablo era Pablo Forlán, y el apellido ya lo dice todo, se trata del papá de Diego Forlán y yerno de Juan Carlos Corazzo quien jugara para Independiente en la primera década del profesionalismo.

De igual manera que su compatriota Rocha, Pablo Forlán había jugado en Peñarol varios años y disputado aquella Libertadores 65 donde cayó frente al Rojo, pero sería multicampeón con el coloso Uruguayo y participaría en tres mundiales con su Selección, y en cuanto al partido fue quien cometió la mano dentro del área que derivó en el penal anotado por Pavoni para definir el encuentro.

Finalmente decir que el técnico era José Poy, quien como jugador había pasado por nuestro fútbol en Rosario Central y Banfield, y luego con la camiseta del San Pablo jugó casi 15 años, para después ser DT de dicho equipo en unas 5 etapas diferentes. Se trata del tío del famoso Aldo Pedro Poy, gloria de Rosario Central.

Y ahora sí, volviendo a Independiente hay que decir que se trataba de un extraordinario plantel, riquísimo en todas las líneas. Con respecto a la Libertadores 1973 se cambió el arquero, ya que el ídolo multicampeón “Pepé” Santoro emigró a España pero Carlos Gay lo reemplazó con altura y como vimos, fue clave para consagrarse un día como hoy. La línea de cuatro se sabía de memoria y eran inamovibles todos ellos, lo mismo pasaba en mediocampo, a pura garra y con la inteligencia de Raimondo, mientras que en ataque Bochini y Bertoni (goleador del equipo en la copa con 4) ya se consolidaron como titulares indiscutidos, además Balbuena sostenía el nivel ya conocido.

Plagado de ídolos fuera de discusión el Rojo, pero en la copa también actuaron Hugo Saggioratto (jugó todos los encuentros menos la final), Oscar Carrica, Víctor Palomba y Luis Giribet. Por su parte “Pipo” Ferreiro se convertía en el primero en coronarse campeón de Copa Libertadores como futbolista y como DT. Con el título Independiente igualaba a Estudiantes logrando ser tricampéon de América (aunque lograría superarlo), con jugadores que ya les era costumbre levantar copas, varios ya venían desde principios de la década con títulos locales de los Metropolitanos de 1970 y 1971, para luego en 1972 iniciar el proceso de reinado de América, sumado a la Intercontinental de 1973, en un ciclo que seguía y parecía no tener fin.

En el camino hasta la final, el Rojo eliminó al poderoso Huracán de Menotti, equipo que marcó época en el futbol nacional, contando en su plantel con jugadores de la talla de Suñé, Fanesi, Basile, Carrascosa, Brindisi, Russo, Larrosa, Babington, Houseman, etc., muchos de ellos jugadores de Selección. Y también a Peñarol, un coloso del continente que nunca podía con el Rojo. Los números finales son 7 encuentros con 4 triunfos, 2 empates y una derrota. Fueron 12 goles a favor y 6 en contra, con Daniel Bertoni siendo el que más anotó con sus 4 goles.

Les dejo un video del gol de penal de Pavoni, con su fortísimo remate al medio para asegurarlo, y el segundo es un video sobre las cuatro Libertadores consecutivas, relatado por Bochini, Pavoni y Sá, y sobre la Libertadores 1974 hablan a partir del minuto 3:48.





Escrito por Hernán Gustavo Paglieri – Vicepresidente Peña Roja Daniel Bertoni – San Andrés de Giles

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