Pensando



-Dale Luquín, acelerá que está en verde- medio que me gritó mi viejo cuando estábamos cruzando Mitre, que, en los partidos de Independiente, se pone como una avenida apurada, agresiva con el tráfico. Siguió el viejo -Pensando se va la vida-. No le respondí ni ahí ni a la vuelta, porque entré y me fui pensando en otra cosa, en otro día, en el cual aún, escribiendo estas palabras, sigo pensando.

Pensamos que iba a debutar Mercado, pero nos equivocamos. Pensamos que el capitán iba a ser Sánchez Miño, pero también nos equivocamos. Como también se equivocó Verón, que llegó a la pelota quizás, sin pensar en qué lugar iba a colocar la pelota. Y Batalla, que pensó bien, se lo atajó. Al descanso cero a cero y pensando.

Pensando en que era un partido ganable, los minutos fueron pasando y nosotros pensábamos que alguna íbamos a tener. Pero no. ¿En qué pensará un futbolista de tamaña institución que está por disputar uno de los partidos más importantes de los últimos años?

Es imposible no enojarse ni lamentarse por no obtener los tres puntos. Pero también es imposible no irse a dormir, hoy, mañana y pasado pensando en cómo ganarle a River. Por eso, seguramente, pensando se nos irá un fin de semana en el que nada más nos va a importar. Solo pensar en hacer un buen partido. Pensar cada una de las Libertadores que tenemos. Pensar como lo que somos, el Rey de Copas.

 

Comentarios

Archivos

Contacto

Enviar