Un nuevo paso hacia la Octava



 

Independiente fue a San Pablo y consiguió lo que fue a buscar. La clasificación a cuartos de final, siendo superior a su rival y mereciendo ganar. Maximiliano Meza falló un penal. Julio Bascuñán tuvo que suspender el encuentro a los 36 minutos del segundo tiempo por incidentes en la parcialidad local.

Fue un primer tiempo caliente, con un árbitro que se fue haciendo protagonista, no por sus fallos, sino por sus omisiones. Permitió que el "Peixe" pegara a gusto y placer. A los 3 minutos ya le habían pegado dos patadas de roja a Pablo Hernández, ignoradas por cierto.

En cuanto al juego, el Rojo, fue haciéndose patrón del dominio, por sobre el nerviosismo del conjunto local. A los 3 minutos, luego de una de las duras infracciones al Tucumano, Maxi Meza ejecutó un buen tiro libre desde la izquierda, que tapó muy bien Vanderlei.

El mismo Correntino, eje del equipo y de todo lo bueno que se generaba, peleó una pelota, contra el arquero y los defensores, ejerciendo presión, ganó la misma y eludió al zaguero brasileño, quien se arrojó al piso y le cometió un terrible penal, que nuevamente, Julio Bascuñán, pasó por alto.

El dominio continuó siendo para la visita, aunque, en dos oportunidades, haya tenido que intervenir Martín Campaña para evitarle el tanto a "Gabigol", el primero, un mano a mano difícil.

Cuando esta etapa estaba acabando, el Diablo contó con un buen contra golpe, que, comandaron entre Gigliotti y Hernández, para que éste encarara al arquero, quien le cometió infracción. Penal, esta vez cobrado.

Meza fue quien tomó el balón, le hablaron para incomodarlo, todos los jugadores de Santos, cuestión que puede haber influido para que remate anunciado, a la derecha de Vanderlei, quien adivinó la intención y evitó la conquista.

En el complemento la historia fue toda roja. El mando del juego, desde la tranquilidad y el manejo de los tiempos, fue del conjunto de Holan. Salvo en el inicio, cuando Gabriel Barbosa, cara a cara con Campaña, tiró la pelota afuera.

Esa fue la última chance en la que se inquietó el arco visitante. Todo lo demás fue de Independiente. Un tiro de Meza por arriba, una muy clara del Chino Silva, que remató de media distancia, a la izquierda del arquero local, quien alcanzó a cachetear.

Otra de Gastón Silva, de tiro libre, que volvió a tapar el portero paulista, de buena manera. Pero la más clara de esta etapa llegó a los 27, cuando Braian Romero, que ingresó lúcido, desbordó por la izquierda y tiró un buen centro atrás para Hernández, quien con un fuerte remate, estrelló el balón contra el travesaño.

Minutos más tarde llegaría la barbarie, nuevamente en Brasil. Unos cuantos hinchas locales, a falta de 10 minutos, interrumpieron el partido, con una serie de bombas de estruendo, lanzadas hacia el terreno de juego. El descontrol se hizo, cada vez, más incesante, lo que hizo que el Juez decidiera que no había garantías para continuar, y suspendió el encuentro.

Analizando lo futbolístico, cabe decir que Ariel Holan acertó con el planteo. La línea de 5 defensores anuló por completo, cualquier intento de ataque Santista, con muy buenas actuaciones de cada uno de ellos.

El primer tiempo de Meza y todo el partido de Hernández, fueron sensacionales, manejando la bola, generando una innumerable cantidad de faltas a favor y, sobre todo, intentando lastimar el arco contrario.

Si bien es cierto que Independiente no se relajó y jugó la revancha como si necesitase ganar, se volvió a fallar en la definición, tema a trabajar para el entrenador y principal déficit.

 

Foto: Club Atlético Independiente

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