Pobre imagen en el empate clásico

Independiente igualó 0 a 0 contra Racing en el Clásico de Avellaneda disputado este domingo en el Estadio Presidente Perón por la fecha 12 de la Liga Profesional en un pobre partido de los dirigidos por Julio Vaccari.

Al Rojo le costó de arranque este encuentro. Se topó con un planteo ofensivo por parte de los dirigidos por Gustavo Costas que no supo doblegar. Rodrigo Rey y el VAR sostuvieron el arco en cero en la primera etapa.

Desde el comienzo, la visita se mostró dubitativa, imprecisa, poco lúcida, y en algunos casos, nerviosa. A los 15 minutos, Federico Vera ya había cometido tres faltas y recibió una merecida tarjeta amarilla. Por el sector izquierdo, Damián Pérez y Diego Tarzia se mostraban incapaces siquiera de acertar un pase a un compañero o de rechazar hasta la mitad de la cancha cuando la pelota quedaba muerta en el área propia.

El fortuito choque de cabezas entre Iván Marcone y Kevin Lomónaco parecía reflejar ese desacertado inicio para el Diablo.

Fue el mismo juvenil surgido de las inferiores del club quien dejó cortos los dos tiros libres de los que dispuso, a diferencia de lo sucedido contra Rosario Central la fecha pasada. El primero provocó que Álex Luna sea amonestado por verse obligado a interrumpir un avance prometedor de Johan Carbonero, quien más complicó a la zaga rival.

El ex hombre de Atlético de Rafaela fue quien tomó el rol de Tarzia en la ejecución de las faltas a favor, pero repitió el error. Sin embargo, fue el inoportuno fallido de David Martínez en el centro de la cancha el cual desencadenó en la expulsión de Damián Pérez por cortarle una oportunidad manifiesta de gol a Baltasar Rodríguez, que se escapaba en soledad con dirección al arco de la popular local.

Además de un par de tapadas importantes de Rey ante disparos del colombiano, Lucas Novelli decidió anular, por supuesta posición adelantada, el tanto de Santiago Sosa cuando moría la primera etapa.

En el segundo tiempo, Vaccari se decidió a aguantar el empate en el marcador que, a fin de cuentas, le sirve a un Independiente de pobre presentación en El Cilindro. Ubicó a Adrián Spörle y a Juan Fedorco para conformar una zaga de cinco jugadores en reemplazo de los malheridos Lomónaco y Marcone.

Gabriel Ávalos se encontraba cada vez más solo en la disputa contra los centrales de Racing a 50 metros del arco defendido por Gabriel Arias. El sector derecho del Rojo fue el que siguió sufriendo más que ningún otro, a pesar del esfuerzo de Vera y de Loyola ante los arrestos de Carbonero, luego de Agustín Urzi y las subidas de Santiago Quirós.

Rey fue la gran figura del Diablo dada su seguridad en remates de media distancia, a la hora de salir a descolgar centros y en distintas intervenciones en las que le amargó el grito a Roger Martínez o a Adrián Martínez, que desperdició dos increíbles oportunidades ingresando casi al área pequeña.

El único atisbo de luz que entusiasmó al Rey de Copas se vio promediando aquella segunda mitad, en la que Spörle se inventó una sorprendente jugada individual, el chileno después asistió a Tarzia y éste remató cruzado a centímetros del palo izquierdo. A partir de ahí, fue más empuje y espíritu que raciocinio en el cuadro visitante, aunque nunca sufrió un asedio incontrolable.

Sí estuvo alerta hasta el último segundo, luego de que el ex lateral derecho de Unión fuera expulsado por segunda amarilla tras una durísima plancha a Urzi y el ex arquero de Gimnasia impidió el 1 a 0 sobre la línea de gol.

Pobre planteo, paupérrima resolución ante los imprevistos a la hora de enfrentar el segundo tiempo, pero Independiente se lleva un punto que no mereció, mantuvo un nuevo arco en cero (ya van cuatro partidos con la valla invicta) y evitó una derrota -como si eso fuera digno de ser rescatado- que hubiera dificultado una semana de trabajo pensando en el cruce de Copa Argentina ante Godoy Cruz y otro clásico frente a River.

No como lo hicieron Loyola y Vera por ganar un saque de arco en el minuto 40 del segundo tiempo, pero sí se puede rescatar, de esta oscura tarde dominical, que el ciclo de este nuevo entrenador no se va demolido, como una derrota lo hubiera implicado dado el rendimiento del equipo, justo cuando empezaba a tomar carrera con sendas victorias sobre Estudiantes y Rosario Central. Nada más.