Magro empate de la Reserva ante Central Córdoba
De arranque, el Diablo dominó las acciones del juego con Javier Ruiz como capitán y bandera. El extremo que está haciendo las veces de centrodelantero en el conjunto dirigido por Pedro Monzón estuvo más pendiente de lucirse él que de conectarse con sus compañeros, aunque es entendible dado que pelea por un lugar entre los seleccionados por Julio Vaccari.
El golpe del tanto del Ferroviario fue demoledor para aquellas intenciones iniciales de los locales. En un desborde por el sector derecho de la defensa del cuadro de Avellaneda de Matías Cantoni, aparecieron los huecos en la zaga. El número 11 del equipo santiagueño entró en soledad por el centro del área y definió de la misma manera a la altura del área menor ante la salida desarmada de Mateo Morro.
Después del 1 a 0 en el minuto 20, no emergió la respuesta, la reacción, de los titulares en el tiempo restante de la primera etapa. Ni Alan Laprida ni Julián Folini generaron el desequilibrio al que acostumbran mostrar (a cuentagotas) Enzo Taborda y Tomás Parmo, nombres habituales en la formación inicial de la Reserva, el primero suspendido por la expulsión ante Unión, el segundo, afuera por descompostura.
Laprida y, especialmente, Ruiz, ahora sí en su posición natural, como puntero por derecha, ingresaron con otro ímpetu para el complemento y le cambiaron la cara a Independiente. Sin embargo, no dejaron de ser arrestos individuales los que impulsaron a los del Moncho para acorralar poco a poco a Central Córdoba. El ingreso de Lucas González por Jeremías Marchini adelantó considerablemente la postura del equipo.
Aún así, el cuadro visitante tuvo sus chances para liquidar el encuentro con el Rojo casi regalado en defensa en búsqueda del empate, pero no las aprovechó. Y la igualdad llegó. Incluso después de un aviso nítido que el capitán desperdició increíblemente en un mano a mano frente al arquero Javier Vallejos.
La pierna fresca de los cambios le dio aire al Rey de Copas no solo para el gol sino para intentar la remontada en los minutos finales que no se dio. Una gran asistencia del tocayo de Saltita González para Angelotti, quien había sustituido a Nahuel Junco y concretó luego su única oportunidad sorteando al número 1 rival por sobre su humanidad, bastaron para el 1 a 1. Con otra cara cerró el encuentro el Diablo, aunque sigue sin ganar luego de aquel triunfo en la primera jornada ante Sarmiento como visitante.
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