El dilema de jugar fuera de casa
El primer partido en condición de visitante que tuvo que afrontar el "Ruso" fue nada más ni nada menos que ante River en el Monumental, donde cayó derrotado 2-0 en un partido en el cual el "Rojo" no pudo mostrar ni un mínimo de reacción ante un equipo ampliamente superior en todos los aspectos.
Luego, fue el turno de visitar al Argentinos Juniors de Gabriel Milito donde el conjunto de Avellaneda había conseguido ponerse en ventaja por 2-0 pero no supo sostener la misma y con el 2-2 final terminó perdiendo dos puntos importantes para la tabla general.
A su vez, las derrotas 0-1 ante Arsenal, 1-2 ante Godoy Cruz y el 0-3 ante Unión de Santa Fe mostraron la peor versión del equipo de Zielinski, un equipo que ante el primer golpe, da la sensación que es casi imposible ver una remontada. Por otro lado, ante Gimnasia en La Plata había encontrado cierto equilibrio y parecía tener el partido bajo control con el 1-0 inicial, pero en la última jugada del partido, vivió la misma historia que en La Paternal, un empate con gusto a derrota.
Parecía ser que con la victoria 1-0 ante Central Córdoba en Santiago, Independiente iba a enderezar el rumbo y dentro de todas las limitaciones, podía lograr su segundo triunfo al hilo ante Atlético Tucumán, pero un penal inexistente y la reiterada falta de reacción ante la adversidad, hicieron que el "Rey de Copas" nuevamente vuelva a casa con las manos vacías.
Solamente queda el partido ante Boca en Avellaneda para culminar la actual Liga Profesional, pero el saldo en condición de visitante bajo el mando de Zielinski fue el siguiente: ocho partidos, una victoria, dos empates y cinco derrotas. De los 24 puntos posibles, obtuvo solamente cinco unidades, números que muestran el gran dilema que fue jugar fuera de casa...
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