Dos tanques coperos




Independiente venció a Montevideo City Torque por 3 a 1, con tantos de Silvio Romero, Jonathan Herrera y Coccaro en contra de su valla, y se ubica primero en el grupo tras dos presentaciones con éxito. Sus potentes centrodelanteros piden pista para jugar juntos.


En la primera mitad la pelota la tuvo el Rojo, pero no estuvo claro para decidir qué hacer con élla. Es más, las jugadas más peligrosas fueron de Torque, que inquietó en tres oportunidades a Sebastián Sosa. Tuvo un remate de Allende, desde la izquierda, uno de afuera del área de Peña y la más clara, con un mano a mano de Rodríguez, que evitó de gran forma el arquero.


Independiente, por su parte, sólo inquietó a la Visita mediante dos tiros libres de Gastón Togni y un remate de Roa desde lejos, que no llevaron mucho peligro al arco rival.


En el complemento, el partido tuvo la misma tónica, con Independiente teniendo posesión y careciendo de ideas.


La muestra cabal de éllo llegó a los 5 minutos, cuando tras una pared, y una desatención de la última línea de los de Falcioni, en la que salió tarde Lucas Rodríguez y habilitó a Gustavo Del Prete, quien cara a cara con Sosa, lo dejó sin chances, definiendo junto a un palo para abrir el marcador.


El Diablo no desistió en la búsqueda, y empezó a hacerlo con más claridad. Roa comenzó a decidir mejor y habilitó a Palacios, en primera instancia, que no llegó a conectar y minutos después a Silvio Romero, quien entrando al área definió de primera, al palo mas cercano y con mucha calidad, para marcar el empate transitorio.


Ocho minutos mas tarde, tras un tiro de esquina del Parce que rechazó la defensa Uruguaya, la pelota cayó en los pies de Rodríguez, que remató cruzado con potencia y tras pegar en un rival le quedó al ingresado Jonathan Herrera, sólo frente a Fiermarin, que intuyó mal el palo elegido por el Sultán y permitió que Independiente pase al frente en el tanteador, para continuar con su racha goleadora.


El trámite se hizo mas sencillo luego de ese gol, aunque el Emperador mandó al equipo a replegarse y defender el resultado conseguido hasta ese momento. Le permitió al equipo de Pablo Marini inquietar con pelotazos, aunque sin claridad.


Con el tiempo cumplido, y tras un minuto de adición, llegó un tiro de esquina de Velasco, que estaba dirigido hacia la cabeza de Ostachuk, pero Arismendi, en el afán de despejar, terminó marcando contra su puerta, estrellando un cabezazo en la espalda de Coccaro, su compañero, y sellando el resultado final.


El encuentro dejó la sensación de que el Rojo pudo hacerlo mas sencillo de lo que fue, de estar lúcido a la hora de tomar decisiones, aunque sea la segunda victoria en la misma cantidad de presentaciones en la Sudamericana.


Bustos tuvo un gran funcionamiento y fue de lo mejor del equipo, al igual que los volantes centrales. En el ataque, Silvio Romero volvió a ser eje de los ataques, al igual que Roa, que tuvo un gran segundo tiempo. Los ingresos de Herrera y Velasco le agregaron peso ofensivo al equipo, y le quitaron referencia a los defensores rivales, ya que anteriormente tenían como objetivo al Capitán, y éllos les sumaron preocupación.


Habrá que continuar de esta manera y mejorar aún mas, para tomar el protagonismo de los partidos y tratando de lastimar con anterioridad, no esperando a tener la soga al cuello, ni a que apremie el reloj, con el paso de los minutos.

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