Un final a lo Negro




Rosario alberga y albergará siempre, en al aire, en sus calles, en sus paredes y en sus libros, las letras que pinceló el Negro Fontanarrosa. Y allí estábamos, viendo como Independiente levantaba por última vez en el campeonato, los brazos al Gigante de Arroyito.

El partido no fue del todo bueno, un penal inventado para el Canalla puso en ventaja al local. Pero luego, casi como en un cuento de Fontanarrosa, Benítez con una chilena espectacular clavó el 2 a 1 final. Antes, Pablo Pérez, un ex leproso, había empatado el marcador.

Independiente se llevó una victoria de Rosario. A la vuelta contemplé aquella siesta rosarina, amarga para ellos y dulce para nosotros. Me pregunté porque tengo esa necesidad infinita de acompañar siempre al Rojo. Quizás uno sin amor no vive, que se yo. Pero cuando no lo hago, les cuento que se me sale el corazón de la boca, no lo puedo evitar.

Pienso todo el día en Independiente. Me vine en la ruta pensando en aquel final de campeonato, feliz, como los finales de los cuentos de Fontanarrosa, no siempre feliz para los protagonistas, pero siempre causante de una sonrisa final para quienes tuvieron el placer de leerlo. Un final a lo Negro, en la ciudad del Negro.

Comentarios

Archivos

Contacto

Enviar