Independiente bicampeón de América



1965 – Finalísima de la Copa Libertadores de América, la primera de la historia bajo esa denominación, ya que todas las anteriores tuvieron el nombre de Copa de Campeones de América.

Se enfrentaban por el título Peñarol de Uruguay, buscando su tercera conquista de la Copa, contra Independiente buscando su segunda consecutiva, ya que era el campeón vigente. El escenario era el Estadio Nacional de Chile, campo neutral tal cual marcaba el reglamento, porque era el tercer partido entre ambos rivales. En Avellaneda había sido triunfo del Rojo por 1 a 0 con gol de Raúl Bernao 6 días atrás, pero hacía apenas 3 días en Uruguay caímos derrotados categóricamente por 3 a 1.

Sin dudas Peñarol y Santos eran, hasta ese momento, los dos equipos más ganadores del continente. Los uruguayos venían de ser campeón en su país en 6 de los últimos 7 campeonatos, y en el plano internacional ya eran campeones de 2 de las 5 Libertadores que se habían disputado, más un subcampeonato en otra, y en 1961 se había consagrado campeón del mundo frente al Benfica del legendario Eusebio.

Tenía un equipo maravilloso, con figuras notables. El joven arquero Mazurkiewicz ganaría todo a nivel local e internacional con Peñarol, además de que sería el arquero de su Selección durante tres mundiales consecutivos. Lo mismo para el defensor Pablo Forlán, figura del equipo y figura de Uruguay jugando tres mundiales, y sí, se trata del padre del delantero Diego. El lateral-volante Caetano jugó en Peñarol desde 1961 a 1975, ganando unos 14 títulos en casi 600 partidos, además de representaría a Uruguay en dos mundiales.

El mediocampista Gonçalves, una leyenda de la institución por su fidelidad, con casi 600 partidos jugados solamente con esa camiseta y 15 títulos ganados, además venía de jugar el Mundial 1962 y jugaría el de 1966. La estrella rutilante Pedro Virgilio Rocha, futbolista que integra la lista de los mejores sudamericanos del siglo XX, estando entre los primeros 50 de dicha lista. Pedro era volante con enorme capacidad de gol, en más de 10 años en Peñarol lograría un promedio de medio gol por encuentro y ganó 13 títulos. A nivel Selección es de las máximas figuras de la historia, venía de jugar el Mundial 1962 pero jugaría los tres siguientes, siendo el único en la historia de su país en jugar cuatro mundiales.

En la delantera estaba Juan Joya, el peruano que jugó desde 1961 a 1969 en Peñarol cosechando 11 títulos, y también era jugador de su Selección. Sasía estaba en Peñarol desde 1961 y ya había ganado tres títulos locales y dos internacionales, además de ser jugador de Uruguay en dos mundiales. Y Silva que había llegado recientemente de Danubio, lo ganaría todo en 1966, y era otro delantero parte de su Selección. El gran ausente en el equipo era Alberto Spencer por lesión, el ecuatoriano es hasta hoy el máximo goleador de la Copa Libertadores con 54 goles, es muchas veces elegido como el mejor de su país en toda la historia, en más de una década en Peñarol ganó ocho títulos locales y seis internacionales.

En el camino a las finales, Peñarol pasó su fase de grupos y en semifinales eliminó al poderosísimo Santos de Pelé, luego de que en tres choques el global culmine 9 a 8. Independiente por su parte había comenzado su participación en la Copa en la segunda fase o fase semifinal, tal cual lo marcaba el reglamento para el último campeón, chocando en dicha instancia contra Boca, siendo ese el primer encuentro entre argentinos en la historia de la competición. El Rojo superó a su rival luego de tres partidos que fueron verdaderas batallas futbolísticas, redondeando un global de 2 a 1.

Nos metemos en el partido, y aquel día por la copa, Peñarol sale a la cancha con estos 11: Ladislao Mazurkiewicz; Carlos Pérez, Luis Varela, Pablo Forlán; Néstor Gonçalves, Omar Caetano, Ernesto Ledesma, Pedro Rocha; Miguel Reznik (44 José Sasía), Héctor Silva y Juan Joya, con el DT Roque Máspoli, ex jugador de la Selección de Uruguay. Mientras que Independiente presentó a: Miguel Ángel “Pepé” Santoro; Roberto “Pipo” Ferreiro, Rubén Marino “Hacha brava” Navarro, Raúl Decaria y Juan Carlos Guzmán; Vicente “Capotito” De la Mata (35 Miguel Mori), David “Lobo” Acevedo, Osvaldo “Petizo” Mura; Raúl “El Loco” Bernao, Roque Avallay y Raúl Savoy, bajo la comandancia del DT Manuel “El Colorado” Giúdice, el mismo que estuvo en el banco en la copa del año anterior.

Comienzan las acciones e Independiente sale al ataque inmediatamente, entrando al área rival antes de los 10 segundos de juego. Pero fue a los 10 minutos que se pone en ventaja por gol de Pérez en contra, luego de una mala salida del equipo uruguayo perdiendo la pelota. Peñarol buscaba el empate y el Rojo seguía atacando, teniendo chances muy claras, hasta que a los 27 minutos Bernao activa su lujosa pierna derecha para romperle el arco a Mazurkiewicz y anotar el segundo. Un ratito después, a los 33, fue Avallay quien mete la pelota al lado del palo para el tercero. El Rojo parecía sellar la historia, pero un minuto antes de terminar la primera parte Joya anota el descuento poniendo a Peñarol en partido, porque faltaba mucho tiempo de juego y porque se trataba de un equipo fantástico capaz de lograr cualquier epopeya (sino pregúntenle a River, que en 1966 le iría ganando por 2 a 0 la final y Peñarol le terminó ganando 4 a 2).

Pero el Rojo no estuvo dispuesto a regalar nada, y luego de un gran primer tiempo continuó la misma línea en el segundo. Siguió atacando y generando situaciones de gol a pesar de la fuerza que le hacía Peñarol. Así fue hasta que a los 81 minutos llegaría la frutilla del partido, en los pies de Mura con una jugada maravillosa gambeteando al arquero y definiendo al ángulo ante el cierre del último defensor.

Un gol extraordinario para coronar el partido con un 4 a 1, destrozando al coloso uruguayo, así como el año anterior Independiente lo había hecho con el Santos, mostrándole a todos que ningún cuco le daba miedo, y que la mística copera nacía para vivir por siempre.

Independiente era bicampeón de América, llevándose disputadas 6 copas y logrando así lo mismo que Santos y Peñarol habían logrado siendo bicampeones. Fue además la segunda copa para el fútbol argentino, luego de las frustraciones de San Lorenzo en 1960 y de Boca en 1963.

Un equipo extraordinario, compacto y experimentado en defensa y mediocampo, con juventud, frescura y buen pie en sus atacantes. Participaron también en la copa José Paflik, Ricardo Pavoni (debutó en Independiente en la llave con Boca), Mario Rodríguez que era titular, y Luis Suárez.

Independiente disputó 6 partidos para ser campeón (es la copa que menos partidos jugó, siempre cumpliendo con el reglamento), ganó 3, perdió 2 y empató 1, convirtiendo 8 goles y recibiendo 5, con Mura y Bernao siendo los que más anotaron con dos goles cada uno.

Se completaba un maravilloso ciclo siendo campeón local en 1963 y bicampeón americano en el 1964-1965, incluyendo goleadas a Millonarios y Alianza Lima, victorias en Brasil y, como local, al mejor Santos de la historia. Se venció a Nacional de Uruguay en la final de 1964, y ya en esta copa eliminando al gran equipo de Boca con Marzolini, Rattin y Ángel Clemente Rojas. Por su parte como dije, éste equipo de Peñarol para nada terminaría su proceso de gloria, al año siguiente volvería a ser campeón frente a River, y sumado a eso sería campeón del mundo venciendo al Real Madrid, y lo agrego para seguir tomando dimensión de a qué clase de equipo el Rojo le dio tan tremenda paliza en la final.

Les dejo dos videos: el primero de la goleada a Peñarol y el segundo sobre el ciclo 1964-1965.




Escrito por Hernán Gustavo Paglieri – Vicepresidente Peña Roja Daniel Bertoni – San Andrés de Giles

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