Nacía La Visera



1928 – Un día trascendental en la historia de Independiente y del fútbol sudamericano, porque se produce la inauguración del colosal, magnífico, y mítico estadio del club, la gloriosa Visera de Cemento. Un templo del fútbol que pisaron varios de los mejores futbolistas de la historia mundial, y que fue el primero construido íntegramente de cemento en Sudamérica, siendo lógicamente el mejor de todos en aquel entonces y siendo de los mejores por muchísimo tiempo gracias a sus mejoras con las obras de la década del 60.

Para la inauguración no pudo haber mejor enfrentamiento, porque se midieron Independiente y Peñarol, ambos clubes llamados a ser en el futuro los más ganadores del continente durante décadas, hasta que en el siglo XXI Boca superó al coloso uruguayo. Algunos datos sobre aquel Peñarol, es que venía de ser subcampeón en 1927 y sería cómodo campeón en 1928, pero además tenía algunos jugadores que 2 años más tardes ganarían el primer Mundial de la historia, por ejemplo, el arquero Capuccini, el volante Fernández, o el delantero Anselmo.

Aquel día los 11 del Rojo fueron: Sangiovanni; Debuglio y Chiarella en defensa; al medio Pérez, Ronzoni y Martínez; y arriba Canavery, Lalín, Ravaschino, Seoane y Orsi. Frente a miles y miles de personas que asistieron, dio el puntapié inicial del encuentro el gobernador de Buenos Aires, Valentín Vergara. Los primeros 15 minutos del partido fueron favorables a la visita, pero a los 18 minutos Independiente reacciona, y tras un pase largo de Seoane, Raimundo “Mumo” Orsi convierte en primer gol de la historia del estadio. Pocos minutos después comenzó a soplar un viento tormentoso a lo que le siguió una lluvia torrencial. Fue una fuerte tormenta que hizo que mucho público tenga que retirarse, pero el partido continuó.

Se inició la segunda etapa, siempre bajo las fuertes precipitaciones, y Manuel “La Chancha” Seoane amplió el marcador a los 61 minutos. Parecía definido el encuentro, pero en los últimos 5 minutos Peñarol logró el empate, primero descontó Terevinto a los 85 y luego Arremond a los 87.

Pero poco importó el resultado, insignificante ante la página dorada de la historia de Independiente que ese día se escribía, mostrando al mundo la magnificencia de su nuevo estadio.

La Visera de Cemento tenía una tribuna techada completamente de cemento y una visera sin ninguna columna que la sostuviera ni dificulte la visión. Además, tenía 31 escalones a lo largo de sus 157 metros. Entre ésta y el campo de juego se ubicaba un terraplén de 1.20 metros por 12 metros. En ambas cabeceras se ubicaron dos tribunas, también de cemento, de 81.10 metros y 35 escalones. En el sector opuesto a la visera se instaló la tribuna de hierro de la cancha ubicada en Crucecita. La misma poseía 31 escalones y medía 70 metros de largo. El campo de juego había sido elevado varios metros del nivel del suelo con decenas de camiones de tierra. Luego lo nivelaron y lo sembraron con los mejores pastos. Las medidas eran las máximas que permitía el reglamento.

El presidente de la institución en aquel entonces era don Pedro Canavery (familiar del delantero) y su vice Martinicorena, además de ser los futuros fundadores de la Agrupación Independiente.
El dato de color sobre la construcción, es que cuenta la leyenda que el intendente de Avellaneda, cuyo nombre era Alberto Barceló, quería dinamitar el estadio por la envidia que le generaba al ser hincha de Racing.

Escrito por Hernán Gustavo Paglieri – Vicepresidente Peña Roja Daniel Bertoni – San Andrés de Giles

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