Feliz cumple, “Lobo”




1937 – Nacimiento en Santa Fe, de David Acevedo, “El Lobo”, quien jugó entre 1956 y 1968 un total 278 partidos con 4 goles, siendo campeón local del Campeonato 1960, 1963 y el Nacional 1967, y de las Libertadores 1964 y 1965.

Volante y defensor sobrio, siempre rendidor, dueño de una frase que describe lo que fue: “La camiseta no se besa, se honra”, y Acevedo cumplió con esa honra durante más de una década.

Tenía una capacidad de marca notable, con gran despliegue físico y sacrificio, se adaptaba a cualquier lugar de la cancha que lo requiera y por eso era titular indiscutido e inamovible, llegando a jugar de 4, de 5 y de 6. En ese aspecto, hay que decir que principalmente fue volante central, pero solía ir a la “cueva” como se dice, en referencia a la zaga central.
Llegó a la novena categoría en 1950 y dio inicio a su recorrido para convertirse en ídolo, debutando en 1956 frente a Tigre en reemplazo de José Varacka en la mitad del campo, y demostrando gran técnica y temperamento. A partir de allí fue 12 años titular con la camiseta roja.
Su primer título en 1960 lo logra siendo lateral derecho, pero luego de eso pierde el puesto con “Pipo” Ferreiro. Pasó a ser volante central, adueñándose por completo del medio del equipo, y en esa posición obtiene las dos Copas Libertadores. Cuando llega el DT Brandao le dice que no va a jugar más allí y que su lugar sería ocupado por el “Pato” Pastoriza, y de esa forma Acevedo pasó a ser marcador central en el Nacional 1967, sumándose al medio en varias ocasiones.
David fue partícipe del origen de la mística copera con aquel bicampeonato de América para el club y el saludo de los brazos en alto, con un equipo en el cual la gran mayoría son ídolos inolvidables para el verdadero hincha de Independiente. Al finalizar 1968 el club lo deja libre y él pasa a Banfield en 1969, año en que se retira. El reconocido periodista Osvaldo Ardizzone le consultó si estaba triste o enojado con el club por dejarlo libre, y David le contestó: “Los dirigentes pasan, la institución queda. Hablar mal de Independiente es como que un hijo hable mal del padre”. Ese nivel de amor tenía David Acevedo para con el club.
También fue jugador de la Selección Nacional participando del subcampeonato en la Copa América 1967, e integrando el plantel que jugó el Mundial 1958 cuando apenas tenía 21 años. Hoy en día, Acevedo vive a tan solo algunas cuadras de la cancha de Independiente.

Escrito por Hernán Gustavo Paglieri – Vicepresidente Peña Roja Daniel Bertoni – San Andrés de Giles

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