Independiente bicampeón del Nacional




1979 – Finalísima del Torneo Nacional 1978 entre Independiente y River, en la ida en el Monumental había sido empate 0 a 0 apenas 3 días atrás, y luego en la Doble Visera de Cemento de Avellaneda, el dueño de casa se consagraría campeón, pero antes de ir al partido explicaré un poco el contexto de aquel entonces.

El equipo llegaba al encuentro con toda la fe de poder lograr el título. El estado de ánimo de Independiente para 1978, era el de un grupo que había logrado una hazaña sin precedentes en la historia y jamás igualada hasta hoy en el mundo, había sido campeón con 8 jugadores, por lo cual el resultado de ese estado de ánimo no era otra cosa más que confianza en lograr ser bicampeón.
En relación al Nacional 1977, el Rojo tuvo algunos cambios. Baley reemplazó en el arco a Rigante, Fren fue comprado a Argentinos Juniors y reemplazó en el medio al ídolo Rubén Galván, mientras que arriba, se trajo a Antonio Alzamendi que dejaría una huella imborrable en el hincha, y ante la venta de Bertoni al Sevilla, llegó desde Huracán de Tres Arroyos el juvenil Alejandro Barberón para jugar por la izquierda y dar grandes satisfacciones.

El DT fue nuevamente José Omar “Pato” Pastoriza, quien apenas retirado en 1976 se calzó el buzo de técnico haciendo su debut en el club donde había sido ídolo como jugador, ese mismo año gana la Copa Interamericana y al siguiente el Nacional. El equipo base que formó para éste 1978 fue: Héctor Baley; línea de 4 con Rubén Pagnanini, Hugo Villaverde, Enzo Trossero y Osvaldo Pérez; en el medio Omar Larrosa, Guillermo Fren y Ricardo Bochini; y arriba Antonio Alzamendi, Norberto Outes y Alejandro Barberón. Sumado a ellos, actuaron en el torneo Roberto Pogany al arco, Horacio Insaurralde, José Lencina y Ricardo Rigolino en defensa, al medio Mariano Biondi, Rubén Galván, Carlos Leone, Carlos Fontana y Oscar Coria, y adelante Pedro Magallanes y Sergio Novoa.
Por su parte, River fue un equipo repleto de figuras indiscutidas, con muchos integrantes de la Selección Nacional que venía de ganar el Mundial, por ejemplo Fillol, Pasarella, Alonso, Ortíz y Luque, y a ellos se sumaban sumaban Saporiti, J. J. López, Merlo, etc., sin dudas, una verdadera constelación de estrellas dirigidos por Ángel Labruna.

El Nacional de ese año tuvo 4 zonas de 8 equipos, donde los dos primeros de cada zona pasaban a las llaves finales. Independiente fue el líder de la Zona C con 9 triunfos, 3 empates y 2 caídas, para luego eliminar a Colón en cuartos de final, Talleres en semifinales, y así llegar a esta final contra River. Dicho equipo había sido líder en la Zona D con 10 victorias, 3 empates y una sola caída, y en las llaves eliminó primero a Vélez y después a Unión, llegando a la final.

Ahora sí, llegamos al encuentro de un día como hoy, con Independiente que no solo ganó el partido sino que además dio una auténtica exhibición de futbol para justificar el título sin margen de dudas.

Desde el inicio del encuentro fue el Rojo el que mostraba más decisión por lograr la victoria, con todas las pelotas pasando por Bochini, que mostraba sus intenciones de hacerse cargo del equipo, y la búsqueda siempre a los de arriba, principalmente a Alzamendi que tuvo una gran jornada.
Así llegamos a los 20 minutos, cuando Fren recibió en mitad de cancha e hizo una corrida maravillosa por el lado derecho del ataque rojo, gambeteó y cuando salieron tres a taparlo se la entregó a Bochini, quien entrando al área remató bajo y cruzado, para ponerla milimétricamente al lado del palo dejando parado y sin chances Fillol. El Rojo, pegó primero y rápido, obligando a la visita a salir a buscar el resultado, lo que naturalmente planteaba una apertura en el equipo.

River reaccionó brevemente y tuvo el empate en los pies de Alonso, mediante un tiro libre que provocó una volada estupenda de “Chocolate” Baley, pero solamente fue eso, porque después el local fue en busca del segundo gol de forma incesante y con alto nivel de juego. Se sucedieron las jugadas de gol cada vez más claras, primero fue Bochini rematando con zurda y la pelota se fue pegadita al palo. Luego Barberón metió una pelota filtrada para la llegada de Alzamendi por detrás de todos, Fillol salió a taparlo y el uruguayo se la picó pero se fue desviada. Y la tercera fue realmente increíble (no duden en ver el video), Barberón ejecutó un córner y Alzamendi impactó de cabeza delante del punto de penal, fuerte y abajo con pique al piso, pero Fillol realizó una tapada de esas que lo llevaron a la selección, de esas que marcaron su carrera para ser de los mejores de la historia.
Así se terminó el primer tiempo, siendo todo de Independiente que ya merecía una ventaja mayor.

El segundo tiempo continuó al ritmo del primero, el Rojo dueño de la pelota y dominando todos los sectores de la cancha, moviendo la pelota de lado a lado y manejando los tiempos del partido.
Y una vez más el dominio le dio frutos rápidamente. Iban 55 minutos cuando llegó un centro pasado desde la derecha que encuentra a Barberón, que se la bajó de cabeza a Bochini casi en el punto de penal. “El Maestro” ni la paró, y como venía la tocó sutil con derecha para nuevamente dejar estático a Fillol que no pude evitar el hermoso gol. El resto del partido no tuvo más goles pero tampoco peligró nunca la victoria de Independiente, que tuvo situaciones para ampliar la diferencia, incluso hasta el ingresado Fontana tuvo la suya.

El 2 a 0 no reflejó la supremacía de Independiente en los 90 minutos, una goleada hubiese estado bien, pero sea como sea, con el silbatazo final el equipo se consagraba bicampeón nacional.
Fueron 20 partidos disputados, con 13 victorias, 5 empates y 2 caídas. El equipo marcó 41 goles siendo Outes el máximo anotador con 14, para quedar segundo en la tabla del país detrás de Reinaldi de Talleres. Bochini fue la figura estelar, jugando y haciendo jugar a todos, siempre hacia adelante en vistas del arco rival. El Gráfico supo titular sobre él: “Bochini es tan grande, que con dos tiros mato a un pato y diez gallinas…”.

La dupla central Villaverde-Trossero mostraba su consolidación definitiva, con un nivel tan sólido que los llevaba en camino a ser de las mejores de la historia. Incluso las crónicas resaltaron a Hugo como el más regular del plantel en toda la competencia, colocándolo por sobre el “Bocha”. Los laterales no mostraron fallas tampoco, y entre los cuatro hacían olvidar la mítica defensa del proceso multicampeón internacional de principios de la década.

En el medio lo ya dicho de Bochini, pero Fren y Larrosa eran el equilibrio, aportando muchísimo en la marca y en el primer pase para la gestación del juego. Fren anuló al “Beto” Alonso, cuando no solo era el mejor de River y uno de los mejores del país, sino que también lo era del continente.
Por su parte Larrosa no solamente sostenía su alto nivel de toda la carrera, sino que para muchos lo elevó al máximo en Independiente y en ese torneo.

Arriba por izquierda apareció Barberón, que con un puñado de partidos en Primera División ya mostraba indicios de lo que podía hacer y que más tarde seguiría haciendo para quedar en la historia grande del club. A la derecha el uruguayo Alzamendi hizo estragos en las defensas, a puro desequilibrio y gol, otro notable jugador para el Rojo y luego lo sería para River. Y el 9 otra vez Outes, y digo otra vez porque nuevamente fue el goleador del equipo, consolidándose y mostrando a todos que su apodo de “Madera” no tenía fundamentos válidos. Fue un socio genial de Bochini y de los extremos, y mandó al fondo de la red casi todo lo que le tiraran.

Una maquinita éste Independiente, con gran nivel colectivo, mostrando un futbol de alto vuelo que tuvo su máxima exposición un día como hoy justamente en la final frente a un rival notable, que potencia el mérito de Rojo.
Les dejo el video del resumen completo de esta histórica final:



Escrito por Hernán Gustavo Paglieri – Vicepresidente Peña Roja Daniel Bertoni – San Andrés de Giles

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