¡Qué gane Independiente!

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Con mi viejo, cuando por alguna razón, nos despedimos, fuese porque no nos veremos en un largo tiempo, porque nos vamos al laburo, porque él se va de vacaciones o simplemente por una cuestión de deseo, nos miramos a los ojos y nos decimos mutuamente, sin balbucear; ¡que gane Independiente!-

Siempre, que gane Independiente. Que gane Independiente cuando haya sol, y que también gane Independiente cuando llueva. Que gane de noche y que gane de día. Que gane errando y metiendo penales. Que gane Independiente de local y visitante. Que ganemos ellos y nosotros.

Que gane Independiente por el campeonato y por todas las cosas que se juegan. Que gane en Independiente aunque se juegue la final de una Libertadores que nos robaron. Que gané el Rey De Copas aunque otros no lo vean, lo demás no importa nada.

Y, aunque alguna que otra vez, nos ganen, no será cuestión de muerte, porque siendo Independiente, a todos los otros resultados, estaremos bien contentos, si es que del otro lado, hay un hombre colorado, bien limpio y bien sincero, situando sus ojos al frente y levantando las manos al cielo.