Una derrota en la elite mundial



1964 – En el estadio del Real Madrid, en Chamartín, España, se jugó el tercer partido entre Independiente e Internazionale de Italia por la Copa Intercontinental de ese año. En Avellaneda, había sido triunfo rojo por 1 a 0 con gol de Mario Rodríguez, en Milán el Internazionale se impuso por 2 a 0, y así llegamos a este encuentro definitorio.

Los 11 de Independiente ese día fueron: Santoro; Guzmán, Decaria, Acevedo y Paflik; Prospitti, Maldonado y Savoy; Bernao, Suárez y Mario Rodríguez, con Manuel Giúdice como DT.

Mientras que el Inter del técnico Helenio Herrera formó con: Sarti; Malatrasi, Tagnin, Picchi (el líbero), Guarneri y Facchetti; Peiró, Domeneghini, Milani; Suárez y Corso.

Independiente jugó una gran final, pero el cotejo estuvo marcado por el polémico arbitraje del español Ortíz de Mendibil, ya que promediando la segunda parte le anuló un gol a Bernao por una supuesta posición adelantada, en una jugada muy dudosa que por época jamás se esclareció. Pero para dar un poco de luz a dicha jugada, me tomé el tiempo de mirar repetidas veces el video y de pasar cuadro a cuadro la imagen hasta el momento exacto del pase a Bernao (les dejo la imagen que no deja lugar a dudas de que jamás existió posición adelantada).

Lo cierto es que en un partido de mucho estudio y poco arriesgar, que tuvo aproximaciones y llegadas, aunque chocaron con la solidez de los arqueros, aquel gol de Bernao pudo significar el triunfo, la gloria absoluta para el club y para todo el futbol argentino. Terminó en 0 el tiempo reglamentario y se fue a prórroga, hasta que a los 110 minutos Corso convirtió en 1 a 0 definitivo que le dio el título al equipo italiano. Con el correr de los años, los rumores, testimonios, denuncias, etc., el mundo futbolístico sabría que aquel equipo del Inter tenía futbolistas que corrían bastante más que el resto y que la media normal, a causa de algunos estimulantes antideportivos que el cuerpo técnico usaba con los jugadores.

La cuestión es que sea como sea, el sueño de Independiente de ser campeón mundial se vio frustrado a pesar del gran y honorable esfuerzo realizado, pero el club tendría más revanchas que ningún otro equipo de América gracias a ser el rey absoluto del continente, logrando más Copas Libertadores que nadie y así acceder al derecho a disputar la Intercontinental (aunque una se la deben hasta hoy en día).

Independiente llevaba su fútbol y su mística copera recién fundada, a lo más alto de este deporte mundial. Era el primer equipo del país en coronarse en América y en llegar a la elite mundial del fútbol, dando una imagen más que aceptable y respetable, erigiéndose como el orgullo nacional.

Les dejo dos videos, el primero con lo mejor del partido, y la situación del gol mal anulado a Bernao que arranca a los 4:46 minutos. Y el segundo son unas breves imágenes del regreso a Buenos Aires de todo el plantel, recibido por una multitud.





Escrito por Hernán Gustavo Paglieri – Vicepresidente Peña Roja Daniel Bertoni – San Andrés de Giles

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