La bisagra de la Sudamericana



2017 – Un día como hoy se dio el partido más dramático de la Copa Sudamericana, un encuentro que tuvo todos los ingredientes posibles para detener el corazón de los hinchas de ambos equipos y para captar la atención de todo hincha del fútbol en sus casas.

Se trató del enfrentamiento entre Independiente y Atlético Tucumán, por la vuelta de los octavos de final, en el Estadio Libertadores de América. Recordemos que en la ida el Rojo cayó por 1 a 0 luego de jugar un pésimo partido, el peor de toda la copa, siendo ampliamente superado por el equipo tucumano que jugó realmente bien, y que fue un rival muy duro.

Por eso, los de Holan en Avellaneda debían ganar o ganar para pasar la llave, y para eso salieron al campo de juego: Campaña; Bustos, Franco, Tagliafico y Sánchez Miño en defensa; Domingo y Erviti (55 Moreira) el doble cinco, con Benítez, Fernández y Barco (56 Rodríguez) más adelante; y arriba Gigliotti (82 Albertengo), dirigidos por Ariel Holan.

El local, arrancó dominando el juego mientras los tucumanos se pararon de contra. A los 16 minutos, Benítez hizo una buena jugada por derecha, llegó hasta el fondo y enganchó, se la dio a Leandro Fernández que desde la línea del área grande definió excelente para colgarla de un ángulo, sin darle posibilidades al arquero. Fue el 1 a 0 que empató la serie. El resto del primer tiempo tuvo un trámite parejo, Atlético buscó mediante centros pero la más clara la tuvo Benítez de cara al arco y se la tapó Luchetti.

Para la segunda etapa se complicaron las cosas, primero porque Tagliafico se fue expulsado por doble amarilla a los 53, por lo cual el equipo debió jugar con 10 por más de media hora y eso hizo suponer que empatar e ir a penales era una buena posibilidad. Pero por si eso fuera poco, a los 65 Bustos hizo una enorme jugada por derecha metiéndose en el área y le cometieron penal. Quien se encargó de ejecutarlo fue Fernández, y no solo que el arquero se lo atajó sino que además le quedó el rebote servido para convertir pero la mandó a las nubes, desperdiciando una chance inmejorable para estirar la diferencia.

No terminó el dramatismo ahí, porque el Rojo siguió bancando el resultado sin meterse en su propio arco, pero a los 75, el árbitro uruguayo cobró un penal insólito por supuesta mano de Moreira en el área cuando en realidad había sido un jugador de Atlético Tucumán el que bajó la pelota con su brazo. Increíble pero así fue, disparo en contra y si lo convertían obligarían a Independiente a hacer dos goles más en 15 minutos y con 10 jugadores. Quien se hizo cargo de la ejecución fue el “Pulga” Rodríguez, que la colocó a un costado y fue gol, pero rápidamente se lo anularon por culpa de sus compañeros que invadieron en área de forma alevosa. Se tuvo que volver a ejecutar la pena máxima y esta vez, Rodríguez cambió de palo, pateando a la derecha de Campaña que se arrojó hacia ese sector y tapó el penal enviando la pelota a un costado. Estalló el estadio como si de un gol propio se tratase, y es que realmente hubiese sido la eliminación del Rojo.

Los corazones ya no estaban para mucho más, y varios esperaban el final del partido para ir a los penales, pero éste equipo de Independiente tenía agallas y coraje, iba al frente y jugaba cada día mejor. Siguió atacando y nunca se notó el hombre de menos ni alguna merma física por el desgaste. Fue por eso que a los 82 minutos del partido, se recuperó una pelota, se la dieron a Albertengo que se asoció y le llegó a Benítez de frente al arco, a unos 30 metros de distancia, encaró y se sacó a un hombre de encima para enviar un latigazo tremendo que se metió en el palo izquierdo de Luchetti, y desató un grito de gol increíble en todo el equipo y en los más de 30.000 hinchas que asistieron al Libertadores.

Una noche increíble, un partido tremendo, dramático como dije desde el principio, fue un encuentro bisagra en la copa, que una vez finalizada varios de los jugadores harían mención a este cotejo como clave. Explotó el Libertadores esa noche, el hincha se fue lleno de ilusión, Independiente pasó a los cuartos de final donde lo esperaría Nacional de Paraguay, y ya todo el mundo empezaba a presagiar una posible semifinal contra Racing, que finalmente no se daría por impericia de los vecinos, pero que en ese momento fue una oportunidad latente.

Escrito por Hernán Gustavo Paglieri – Vicepresidente Peña Roja Daniel Bertoni – San Andrés de Giles

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