Muchos hubo
En la cancha hubo muchas copas, y dos equipos. Hubo siete Libertadores por uno y tres por el otro. Hubo noche, hubo copa, hubo mística, hubo emoción, hubo ilusión pero no hubo fútbol, no demasiado. Es más, me animo a decir que hubo dos intenciones. Una de jugar, otra de defender.
Hubo cuatro defensores altos y brasileros que perdieron todas las de arriba, hubo un primer tiempo en el que no pasó absolutamente nada. Hubo un Cuca que tiró el bondi atrás. Hubo un Independiente con falta de creatividad para llegar.
Hubo un segundo tiempo un poco más hermoso con un casi gol, de Gigliotti, pero no fue. Tampoco fueron los centros de Bustos ni de Verón ni de Romero. No fueron. Se fueron como los minutos en la segunda parte.
Lo que si hubo, quizás, es un gol jugador mal incluido, Carlos Sánchez, que le puede dar tres goles a Independiente y a Martín Campaña, a favor. Hubo aplausos al final del match. Hubo muchas ganas de que Domingo vuelva al once titular.
Hubo una sensación de que Independiente lo puede ganar tranquilamente, en la cancha y en Brasil, al Santos. El visitante lo reconoció más y mejor. Pero más y mejor, también debemos jugar. Hubo y habrá siempre ansiedad hasta que llegue el martes, quien dice, con un 3 a 0 arriba, o con un 0 a 0, pero siempre, con las ganas de salir con los brazos en alto y ganar.
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