Inesperada caída
El Rojo tuvo un flojo debut, de local, por Superliga, y perdió, por 1 a 0, con Defensa y Justicia, en un encuentro en el que no abundaron las buenas ideas. De La Cuna Al Infierno te desmenuza todo lo acontecido en el mismo.
En la parte inicial se dio un partido raro, que comenzó favorable a Independiente, con buena presión y tratando de jugar por las bandas, pero con el correr de los minutos, Defensa torció la balanza a su favor. Entendió que su ganancia estaba en presionar la salida del conjunto de Holan.
En eso, Fernández, Martínez y Rius fueron determinantes, para que, tanto Campaña como los defensores, cometieran errores que, en más de una oportunidad, pudieron haber costado un gol en contra.
Como a los 33, cuando tras un rechazo de un centro de los de Varela, la pelota quedó para Bareiro, quien con un pelotazo buscó la cabeza de Barboza, para que cabeceara, ganándole a Álan Franco, al centro del área y encontrara a Nico Fernández para que controlara muy bien y defina al primer palo de Campaña.
Fernando Gaibor, una vez más, no aportó soluciones. Salvo en algunos balones detenidos, que debido a su buena pegada, pudieron llevar peligro al arco de Unsain.
Carlos Benavídez fue otro de los puntos bajos. Flojo en la marca, y para generar juego. Rara vez pudo conectar líneas, como cuando se iba esta mitad, tras combinar con Gigliotti, cuando quedó de cara al arco y remató de afuera del área, en una acción que todos reclamaron como penal, porque pegó en el pecho de Bareiro y pidieron mano, aunque no existió.
En el complemento, la historia cambió, desde el desarrollo, aunque el Rojo continuó sin ideas. El Halcón se metió muy atrás. Un poco por decisión propia y otro tanto porque fue empujado por el local.
Desde el vestuario, ingresó Francisco Pizzini por el ecuatoriano, y fue puro desorden. Es notoria su falta de ritmo futbolístico. En una de las primeras que tocó, tuvo una de las más claras, luego de un centro de Fabricio Bustos, que se desvió y le cayó, sin esperarlo. De haber controlado bien, podría haber sido el empate.
Levantó mucho en esta etapa Gonzalo Verón, que fue el único que pudo romper líneas con algún enganche, hacer que le cometan faltas, generar tiros libres a favor y, cuando pudo, desbordar para tratar de habilitar al Puma, jugada que nunca prosperó.
El Profesor no pudo cambiar demasiado con los cambios. Ingresó Francisco Silva (tuvo el empate de tiro libre, pero el parante le negó el grito) para colaborar con Domingo, quien minutos más tarde, también fue reemplazado por Silvio Romero.
En los pies del ex Lanús, se tuvo la chance más clara, cuando tras combinar con Gigliotti, remató de media distancia, para que la bocha se estrellara en el travesaño y se esfumaran las aspiraciones de llegar a la igualdad.
El entrenador Rojo sabe que, fuera de sus 11 titulares, las variantes están lejos del nivel de aquéllos. Cerutti está lejos del nivel que hizo que se pagara fortunas por su préstamo y los mencionados anteriormente, como puntos débiles del equipo, estuvieron en el mismo tenor.
Se viene Santos y, fuera de lo que suceda con la decisión de Conmebol, por el caso "Carlos Sánchez", hay que ganar para renovar fuerzas de cara a lo que venga.
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