Después del 5 a 4, el 3 a 3



2012 – Independiente inició su participación en la Copa Sudamericana de ese año, y le tocó visitar a ni más ni menos que Boca Juniors, en lo que, sin dudas, es el clásico copero más importante del continente, por ser los dos equipos que más competiciones han ganado en el plano internacional.

El "Rojo" había accedido a la competición por ser quinto en la tabla sumatoria del año 2011, mientras que el "Xeneize" ingresó por ser campeón de la Copa Argentina. Ambos habían iniciado su participación en esta fase, que es la segunda de la copa o la de dieciseisavos de final.

El local salió al campo con: D’Angelo; Cellay, Schiavi, Guillermo Burdisso y Clemente Rodríguez; Ledesma, Somoza, Sánchez Miño y Chávez (54 Albín); Blandi (60 Acosta) y Silva, dirigidos por Julio Falcioni. Mientras que Independiente lo hizo con: Navarro; Russo, Tula, Galeano (45 Cáceres) y Morel Rodríguez en defensa; al medio Santana, Battión, Vargas (62 Ferreyra) y Rosales; y adelante Vidal (66 Leguizamón) y Farías, dirigido por Cristian Díaz.

La sola razón de enfrentarse por una copa ya generaba expectativa para con el partido, pero en esta ocasión, había mucho más de eso, ya que en abril de ese año por el Clausura, estos equipos se habían enfrentado en el lo que había sido el partido más espectacular del siglo, el famoso y recordado 5 a 4, también en la Bombonera. Por lo cual, había muchas probabilidades de que se diera un gran espectáculo, y por eso, la parcialidad de Independiente agotó las entradas que le dieron (estuve ese día en la cancha), haciendo que su tribuna fuese un verdadero caos hasta para meter las manos en los bolsillos.

Comenzaron las acciones y la primera de riesgofue para Independiente, en los pies de Vidal, que se le escapó a Schiavi y remató cerca del palo cuando iban 10 minutos. A los 15, llegó la apertura del marcador; un pelotazo largo cayó entre los centrales rojos, Galeano se hizo un nudo solo y no pudo despejar, dejando la pelota servida para que Silva rematase cruzado desde fuera del área, y decretase el 1 a 0.

Independiente sintió el golpe y siguió cometiendo errores defensivos. A los 22 minutos, Boca pudo ampliar la ventaja pero Silva lo desperdició. Lo mismo pasó a los 26, cuando de forma increíble, tres jugadores de dicho conjunto solos en el área, no convirtieron y le dieron la pelota a las manos de Hilario Navarro. Corrieron los minutos y el Xeneize no amplió el marcador a pesar de sus chances, mientras que la visita intentó acomodarse en el campo y estar mejor organizado, hasta que sobre el final de la primera etapa, cuando iban 44 minutos, Vidal nuevamente realizó una gran maniobra personal por la izquierda, se escapó de su marca y atacó, metió un centro al primer palo y Santana se anticipó a Schiavi para definir con pierna derecha al primer palo y poner el 1 a 1.

Parecía que se irían al descanso con el empate, ya que apenas se adicionó un minuto a los 45 reglamentarios, pero en ese minuto, Boca logró ponerse en ventaja nuevamente. Silva pivoteó dentro del área juntando rivales, descargo hacia atrás para la entrada de Somoza, que le pegó como venía con un fuerte derechazo para que pegue en el poste y entre. Un golazo, y un partidazo hasta ahí.

Independiente se mostró muy endeble futbolística y anímicamente, porque cometió muchos errores, porque le había costado una enormidad conseguir el empate, y apenas un minuto más tarde, ya estaba en desventaja. Así se fueron al entretiempo, con un resultado que era justo pero que para nada determinaba lo que podía llegar a suceder en el segundo tiempo, sobre todo, reitero, con el semejante antecedente inmediato del 5 a 4.

Comenzó la segunda parte y rápidamente, a los 48 minutos, la visita logró empatar el juego por segunda vez. Rosales avanzó por izquierda y metió un centro de tres dedos al punto penal, saltó Farías junto al arquero D’Angelo que quiso atrapar la pelota y falló. Cayó delante suyo y se tiró nuevamente hacia ella para atraparla, pero llegó Santana para disputársela y se produjo un rebote que dejó la pelota para Rosales, que había iniciado la jugada, y que definió de primera con pierna zurda para colocarla contra un palo.

Empate 2 a 2 y mucho tiempo por jugar, aumentando cada vez más la emotividad, siendo un estupendo espectáculo para todo hincha del fútbol más allá de los simpatizantes de Boca o Independiente. Sumado a los goles, a los 51 minutos llegó la expulsión de Schiavi por segunda amarilla, luego de saltar con el codo arriba e impactar la nuca de Vidal. El partido se presentó, en apariencia, a favor del visitante que con un hombre de más pudo animarse a ganarlo.

A los 56, Farías realizó un gran remate de lejos que el arquero de Boca sacó de buena manera. Un minuto después, el Xeneize salió de contra, mientras que el Rojo estuvo pésimamente parado en el campo, y Clemente Rodríguez corrió desde mitad de cancha solo hasta enfrentar al arquero, pero el duelo lo ganó Hilario Navarro tapando el mano a mano. A los 64, el guardameta local se lució con una atajada formidable tras un cabezazo de Farías que tuvo destino de gol. Independiente logró tener chances de gol pero cometió errores, mientras que Boca apostó a un contragolpe para aprovechar la floja defensa, por lo cual, el hombre de más no pareció ser una gran ventaja y el partido estuvo para cualquiera de los dos que acertase.

Así llegamos a los 76 minutos, cuando hubo un tiro libre para Boca que ejecutó de muy buena forma Juan Manuel Sánchez Miño, una de las figuras del partido, que puso la pelota contra un palo para el 3 a 2. Quedó poco tiempo, así que Independiente se fue al ataque buscando igualar por tercera vez el juego. A los 83, tuvo otra más muy clara Farías, que definió de zurda ante la salida del golero y la pelota pegó en el travesaño, el rebote le quedó al ingresado “Malevo” Ferreyra que sacó un fuerte zurdazo pero D’Angelo la mandó al tiro de esquina. Unos minutos después, Boca lo tuvo para cerrarlo pero falló.

De esa forma llegamos al minuto 89, y digo de esa forma haciendo referencia a un gran espectáculo desde el inicio hasta el final mismo. Morel Rodríguez llegó al fondo del campo del lado izquierdo, sacó un centro muy pasado sin destino de algún compañero, la pelota le cayó al otro Rodríguez, Clemente, el lateral izquierdo boquense, que estando solo la quiso parar y no logró controlarla, el ingresado y olvidable Leguizamón lo apuró y se la punteó, y Clemente, queriendo recuperar la pelota, le cometió un claro e increíble penal. Quien se hace cargo de la ejecución de la pena máxima fue Farías, ya a los 90 minutos del partido, y cruzó abajo su remate de buena forma para el gol del empate, pero como si la tensión no fuese suficiente en ese momento y desde el inicio del juego, el árbitro Loustau anuló la ejecución aludiendo a que jugadores de Independiente habían invadido el área, cuando nada de eso había pasado y el gol era totalmente lícito. Se tuvo que volver a ejecutar el penal, y ya con 91 en el reloj, Farías repitió el lugar elegido, cruzando su remate, el arquero eligió la otra punta, y fue gol para el 3 a 3 remontando tres veces el resultado adverso.

Luego de eso, solamente quedó tiempo para la agresión de los plateístas boquenses al banco de suplentes del visitante, arrojándoles un cartel de considerable tamaño que pudo lastimar seriamente a alguien, pero por suerte eso no sucedió. Independiente y Boca empataron 3 a 3, una vez más en un partidazo increíble, un encuentro no apto para cardíacos donde además de los 6 goles hubo infinidad de chances de concreciones para cada uno, y donde los arqueros por momentos fueron figuras del juego tapando pelotas tremendas. Estos equipos, sin dudas, habían brindado los dos mejores partidos de todo el año.

Faltaba el encuentro de vuelta en Avellaneda, y nada estaba dicho, aunque el Rojo habiendo marcado 3 goles de visitante podía pasar hasta empatando 2 a 2. Les dejo el video con lo mejor de aquel cotejo inolvidable: https://www.youtube.com/watch?v=gIOjeNzgVnI

Escrito por Hernán Gustavo Paglieri – Vicepresidente Peña Roja Daniel Bertoni – San Andrés de Giles

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