75 para el “Chivo”



1943 - Nacimiento en Montevideo, Uruguay, de Ricardo Elbio Pavoni, “Chivo”. Que difícil empezar a hablar de tipos como él, Bochini, “Pepé”, pero bueno, se merecen mil páginas y trataré de hacer lo mejor para hablar de él, desde mi punto de vista bajo la consigna ¿Se puede llamar así mismo alguien hincha de Independiente sin saber la historia de Pavoni?

Sinónimo de copas, de vueltas olímpicas, de gloria, de campeón, y aún más, sinónimo de Independiente es este hombre. Jugó solamente con la camiseta roja en el país desde 1965 a 1976, fueron unos 495 partidos (es el extranjero que más veces jugó para Independiente, y es el segundo que más jugó en toda la historia, detrás de Bochini), con 63 goles, y logrando 12 títulos: Torneo Nacional 1967, Metropolitanos 1970 y 1971, Interamericanas 1973, 1974 y 1976, Libertadores 1965, 1972, 1973, 1974 y 1975, e Intercontinental 1973, fueron 12 títulos en sus 12 años, pobre “Chivo”. ¡¡Que dolor de brazos habrá tenido!!

Sus números dan miedo, no existe defensor del país que haya ganado lo que él ganó con una misma camiseta, el único que lo supera es “Pancho” Sá, pero sumando los títulos en el "Rojo" y en Boca. Pavoni es el mejor lateral izquierdo de nuestra historia, sin que nadie pueda más que atarle los botines, además de ser de lo mejor de la historia nacional junto a Marzolini.

Llegó al club en 1965, con 21 años y cuando no lo conocía nadie en el país, y es más, ya había abandonado el futbol. El uruguayo se había iniciado en Defensor Sporting, donde cobraba extremadamente poco dinero ($105 por mes de aquella época), y luego de hacer un curso como crupier consiguió trabajo en un casino, donde pasó a cobrar $70 por día, una suma muchas veces mayor a las que ganaba con el futbol, por eso abandonó el deporte.

Fue su compatriota, Juan Carlos Corazzo, aquel que jugó para el "Rojo" en la primera década profesional y que fuera abuelo materno de Diego Forlán, quien lo recomendó a Independiente, que buscaba un jugador en ese puesto luego de la rotura de ligamentos que había sufrido Rolan frente al Inter de Italia el año anterior.

De esa forma el club desembolsó, aproximadamente, lo que hoy serían 28 mil dólares para comprar todo el pase. Ya en la pretemporada de ese año, “Hacha Brava” Navarro fue quien lo apodó como “Chivo”, para que con el correr del tiempo ese apodo fuese tan importante que muchísima gente olvidó su verdadero nombre.

Debutó frente a Boca por Copa Libertadores, en lo que fue el primer enfrentamiento entre argentinos por dicha competición. Ese día jugó un gran partido, pero cometió un penal tocando la pelota con la mano, y luego lo salvó Santoro al atajarlo. No debe haber faltado quien dudase sobre si podría reemplazar al ídolo Rolan, pero el “Chivo” no sólo se encargó de eso sino que además se convirtió en símbolo absoluto por más de una década.

Cruces salvadores y certeros, escaladas por izquierda sin cesar, una pegada extraordinaria, fortaleza física, casi impasable en el mano a mano, una riqueza técnica que pocos defensores tienen, pierna templada, carácter, jerarquía, ganador nato, líder total, capitán, emblema, parece mucho pero son sólo algunas características de este monstruo de cual puede decirse sin miedo que tenía todo lo que un marcador de punta perfecto debe tener.

Marcó una suma extraordinaria de goles para un defensor, con la característica del fierrazo con el que le pegaba. Su grandeza es indescriptible, pero por ejemplo un día Diego Maradona dijo: “Fue uno de los pocos jugadores al cual le pedí un autógrafo”.

Entre logros y méritos individuales debemos mencionar, por ejemplo que fue elegido el mejor lateral izquierda del país sucesivas veces, también el mejor tres de la Libertadores 72, pero no solo eso sino que además es el lateral izquierdo del equipo ideal de Copa Libertadores en todos los tiempos.

En el Nacional `71 se convirtió en el primer defensor del club en salir goleador de un torneo con sus 6 anotaciones, durante 1974 marcó 15 goles en torneos locales, sabiendo hacer dobletes seguidos tanto en el Torneo Nacional como en Metropolitano. También en 1974 se convirtió en el primer defensor de nuestra historia en convertir un gol en una final de Copa, fue en la Libertadores de ese año frente al San Pablo y para ser campeón, y repitió en la final de 1975 frente a Unión Española.

A veces los hinchas discuten sobre la palabra ídolo y llegan a usar esa palabra gratuitamente, pero Pavoni no sólo hace que ni se permita la discusión, sino que deja a esa palabra demasiado chiquitita para explicar lo que es él. Obviamente jugó para su Selección siempre, debutando con tan solo 16 años, como muy pocos en el mundo lo han hecho, y fue mundialista en Alemania `74 anotando el único gol de Uruguay es ese torneo.

Se retiró en 1976, pero sólo de la práctica del futbol, porque de Independiente no lo hizo ni parece que va a hacerlo jamás, ya que trabaja en las divisiones inferiores hasta hoy en día mientras escribo esto.

Increíble lo Ricardo Elbio Pavoni, que reitero, es sinónimo de Independiente, son pocos en la historia a los cuales Independiente le corre por las venas, respiren Independiente, amen a Independiente, vivan por Independiente, y Pavoni es uno de esos pocos.

Les dejo una serie de videos, el primero es la terminación de un golazo del “Chivo” de larga distancia frente a River, 1:19 minutos. El segundo es a los 57 segundos del video, frente al Torpedo Moscow en la Copa Montevideo. El tercero un tanto tremendo desde fuera del área frente a Huracán, minuto 2:16. El cuarto es de penal, en el partido desempate por la final de la Libertadores 1974, frente a San Pablo en el estadio Nacional de Chile, ese gol le dio la copa al Rojo. Y el quinto, una entrevista riquísima a 50 años de su debut, donde cuenta su historia, y también como era el fútbol de su época y sobre todo el Independiente de aquel momento.









Escrito por Hernán Gustavo Paglieri – Vicepresidente Peña Roja Daniel Bertoni – San Andrés de Giles

Comentarios

Archivos

Contacto

Enviar