La gran siete



Es increíble ¿vieron? Cuando uno está apurado es cuando peor salen las cosas. Siete años esperé el bondi para volver del laburo y poder ver el partido. Siete horas tardé en llegar a casa. Siete años después volvimos a la Libertadores y siete cachetazos juntos nos comimos en la cara, en un solo partido.

Independiente hacía el saludo histórico tan increíblemente juzgado por la CONMEBOL, y el partido había comenzado. En una cancha que estaba siete veces peor que una de la B metropolitana. Siete minutos tardó el Lara en llegar al área del Rojo y marcar el 1 a 0 para el local. Quise tirar la radio a la mierda. Pero de nada servía. Nada ni nadie iba a servir en aquel encuentro.

Ni siete cambios hubiesen salvado a un equipo que tardó siete siglos en acercarse al arco rival. Todo mal salió aquella tarde en la qué Domingo fue Lunes y Meza fue una silla. En la que Romero fue Chiquito el arquero y Menéndez fue el  Polaco. Nada de nada. Pa´colmo, Gaibor, debajo del arco, cabeceó siete metros por arriba.

En el complemento nada cambio. Un equipo desdibujado, sin ganas, fastidioso, queriendo que termine el partido. Todos lo queríamos. Era lapidario lo que estábamos viendo. Ni jugando siete minutos más lo íbamos a empatar. Final del match. Desilusión luego de esperar siete años.

Pero, no desesperen. Hemos salido adelante de situaciones siete veces más difíciles. Hasta hemos metido siete goles y hemos ganado con pocos jugadores. No se olviden que somos campeones. No se olviden que somos nosotros, los que tenemos siete.

Comentarios

Archivos

Contacto

Enviar