No a esa siesta



-Tenés que descansar un poco antes de salir a la ruta, amigo- deslizó Lucho, el más responsable de la terna que había descargado sus ganas de vivir en Mar Del Plata. Pero mi mente ya no estaba allí, sino que flotaba entre las ganas de llegar y las ganas de ver ganar a Independiente ante un equipo al que le encanta escupir el asado.

4 horas bajo la niebla de la ruta 2 bastaron para que, a la hora del partido, yo fuese un zombie. No había elegido dormir siesta, porque cuando era más pibe, escuché que Charly García había dicho que era morir en cuotas. Entonces esa frase del maestro nunca más se me olvidó.

Independiente ante Estudiantes. A los que les gusta jugar y a los que se divierten haciendo maldades. Los que eligen el pasto y los que la pasan bien en el aire. Estilos diferentes pero ambos respetables.  Entre esas diferencias, divisé a los equipos que salían al campo de juego. De camiseta blanca y medias rojas, nuestro Rey se posaba en la mitad y con Campaña al mando, elevaba las manos al cielo de la ciudad de Avellaneda. Pero nuestro portero tuvo que ir a cambiarse las medias. Y eso no me gustó. -Entró dormido-  pensé

En la Primera mitad, Fernández y Gigliotti estuvieron a punto de marcar el primero. La gente de Independiente se levantaba. El Dale Rojo Dale Rojo bajaba de los 4 costados y la fiesta en las tribunas se hacía protagonista de un equipo que hace rato viene con una buena sonrisa. Pero ojo, no a esa siesta.

Tic, tac, pum, para el otro lado. Tic tac, pum, Domingo la cruza. Y así todo el PT contra un Estudiantes replegado atrás, qué, de repente, sacó una gran contra que pegó en el palo. Por eso, no a esa siesta.

El complemento nos encontró con Albertengo lesionado, con el Burro Martínez adentro y con Juan Sánchez Miño afuera. A los 6' Fernández, que cada vez piensa mejor, la fileteó de derecha para que Bustos la mate y centre al área. Y en el área siempre hay un puma. Testazo de Gigliotti y vayamos a festejar todos. Gol de los nuestros. 1 a 0 arriba.

Pero ojo, no a esa siesta. Yo no la dormí, pero ellos sí. La línea de tres que puso Holan, no vino manejando bajo la niebla de ruta 2 pero sin embargo se durmió. Pelota a espaldas de Bustos, centro y gol de cabeza de Gómez. Otra vez sopa. 1 a 1.

La siesta, esa siesta. Su siesta, hacia estragos en la defensa del Rojo. Minutos más tardes, un Campaña dormido, se la regaló al centrojá de ellos y regaló el segundo de Estudiantes. 2 a 1 y andá a hacerle un gol al equipo que defiende con 6.

Cuando se levantaron de la siesta, el partido había termindado. Con la cabeza embolada y sin saber donde estaban, los players del Rey se iban derrotados. La gente los aplaudió igual. Todos los aplaudimos. Pero ojo, no a esa siesta. No sea cosa de que Charly tenga razón y el equipo se empiece a morir en cuotas. Cuotas que se pagan caras. Que se pueden llegar a pagar con Campeonatos. Mientras tanto, siempre, Dale Rojo.

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