A ganar en casa


Independiente perdió ante Rionegro Águilas Doradas, por 3 a 2, en un partido en el que el esquema inicial, con doble 5, le quitó generación de juego al conjunto Argentino. Con los cambios, en el segundo tiempo, mejoró su versión y casi lo empata sobre el final.

En la etapa inicial, ninguno de los dos equipos supo bien cómo lastimar al otro. Si bien, los dirigidos por Ariel Holan, tuvieron el control de las acciones, no fueron profundos. Pablo Hernández y Pablo Pérez no podían hacerse de la pelota para la generación de juego.

Lo mismo los delanteros, que quedaron muy alejados del resto del equipo, y estuvieron algo inconexos entre sí, salvo en oportunidades, como sucedería más adelante.

Lo que no puede reprocharse el Rojo, esta vez, es la efectividad. En la única jugada clara que tuvo para convertir, lo hizo. A los 21 minutos, luego de un rechazo de Álan Franco que cayó en los pies de Martín Benítez, quien ubicado en tres cuartos de cancha, tiró un gran pase en profundidad para Cecilio, que cuando era atorado por el arquero, se la picó al segundo palo, marcando un verdadero golazo.

Aunque la alegría duraría poco, ya que dos minutos más tarde, en un ataque del combinado local, que encontró partido a los de Avellaneda, Mauricio Gómez tomó la pelota cerca del mediocampo, recorrió 20 metros con la pelota, se sacó de encima a Francisco Silva, con un amague, y disparó cruzado y rasante al segundo palo de Martín Campaña, que no pudo interceptarlo con su estirada.

El complemento arrancó con un cachetazo, ya que apenas sacaron del medio los Colombianos, atacaron por el sector de Fabricio Bustos, y tras un centro, Gastón Silva dejó corto y en el centro de la media luna su rechazo, para que Kevin Salazar disparara a la izquierda de Campaña y sellara el 2-1 parcial, que pudo haber sido aumentado tres minutos más tarde, cuando Gómez, mano a mano, reventó el palo.

A esta altura, el partido de la dupla de mediocampistas centrales era decididamente malo. No fueron contención en ningún momento. Tanto que el Chileno le dejó su lugar a Silvio Romero.

A los 14, Gómez encaró a espaldas de Bustos, lanzó un centro que atravesó el área chica del Capitán del Rojo, y encontró a Obrian, que marcado de lejos por el Uruguayo Silva, cabeceó solo para el 3-1.

Siete minutos, Franco lanzó un largo pelotazo para Pizzini, que ingresó por Hernández, y picó como puntero derecho, se metió en el área y mandó un centro-pase al medio para la entrada de Romero, que definió por debajo del cuerpo del arquero.

De ahí en adelante todo fue de Independiente, que hizo los méritos para traerse el empate, pero falló en la puntada final. 

Los cambios mejoraron la versión del equipo, ya que con los ingresos de Pizzini, Romero, y Gaibor, sobre el final, arrinconaron a un conjunto local, que inexplicablemente, se quedó con la ventaja, sin siquiera buscarlo. Los goles llegaron más por errores del Diablo que por virtudes propias.

En una semana habrá revancha y, si bien, con un triunfo, aunque sea por la mínima, el Rojo pasará, habrá que encarar el partido con la seriedad que se merece y sin confiarse.

Comentarios

Archivos

Contacto

Enviar