¡Feliz cumple, Mancu!



1989 – Nacimiento en Reconquista, provincia de Santa Fe, de Federico Mancuello, “Mancu” o “Mancugol”. Uno de los jugadores, o el jugador más querido por el hincha, en el peor momento de la historia del club, sin entrar en debates sobre idolatrías, pero siendo incuestionable su amor y su entrega por Independiente.

Éste volante polifuncional surgió de las inferiores del club, mostrando un nivel bastante regular en Primera, hasta el momento de su lesión causada por un terrible patadón de Insaurralde en un partido contra Boca. Volvió y su nivel no lograba regularizarse, llegando incluso a recibir la reprobación del hincha. Fue parte del plantel que logró la Copa Sudamericana 2010, donde no era titular sino que alternaba, jugando más minutos en el torneo local cuando se ponía al equipo suplente.

En 2011, es cedido a préstamo a Belgrano de Córdoba por un año, sin que esa partida sea cuestionada por la gente, incluso pasando inadvertida por el nivel de Federico en sus últimos partidos, de hecho nadie hubiese cuestionado una venta por poco monto de dinero. Ya en Belgrano “Mancu” muestra su gran entrega por la banda izquierda del mediocampo pero sin tener demasiada relevancia, disputa 21 partidos con una sola anotación, hasta que termina su préstamo y vuelve al Rojo en 2012 para afrontar un durísimo momento del club, con el promedio acechando.

A partir de ahí Mancuello no es que escribe una nueva página, sino que se puede decir que escribe un nuevo libro completo. En un equipo plagado de “nombres” de cuantiosos sueldos, donde poquitos se hicieron valer, Federico se fue haciendo cada vez más importante partido tras partido, ya no solamente por su entrega sino por su juego mucho más criterioso con la pelota.

Lamentablemente el equipo descendió por primera vez en su historia y aquellos de grandes sueldo partieron en su mayoría, dejando la responsabilidad del ascenso mayormente a jóvenes del club.

Poco le pesó eso a “Mancu”, ya que su nivel durante todo el torneo no paró de crecer jamás, incluso en partidos donde todo el resto del equipo daba pena. Pero lo que no se le daba nunca era el gol. Su juego se volvía cada vez más agresivo, ya había dejado por completo sus alternancias jugando de lateral izquierdo para convertirse en referente del mediocampo, llegando al área muchas veces.

Para el 2014, otra vez en Primera, Mancuello ya era un líder del equipo dentro del campo, ya todos se había sorprendido gratamente de su superación y nadie lo cuestionaba, pero a su nuevo libro le faltaba el mejor capítulo. En aquel Torneo Final 2014 el abanico de juego de Mancuello crecía sin techo alguno, en primer lugar su despliegue en el campo era inagotable, había cambiado la banda izquierda para jugar mucho más al medio, aportando en la marca al lado del volante central, haciéndose cargo de los ataques pareciendo enganche, tirándose a la izquierda para su juego habitual, cubriendo la espalda del lateral izquierdo si hacía falta, y como si todo eso fuese poco, le había agregado a su juego una pegada de zurda que pronto se convirtió en las mejores del país. Cada pelota parada a favor del Rojo metía miedo a los rivales, incluso hasta los tiros de esquina que Federico perfeccionó semana a semana hasta convertir de forma olímpica, pero cada centro, cada remate de larga distancia, cada pelota en los pies de “Mancu” hacían sentir que algo iba a pasar.

Eso no es todo, desarrolló y explotó al máximo la aparición por sorpresa dentro del área, y todo lo expuesto en conjunto hizo que en las 19 fechas de aquel torneo que Independiente terminó en cuarto puesto, Federico convirtiera 10 goles, quedando a sólo uno de Pratto que fue el goleador del campeonato, pero superando a la mayoría de los delanteros del país. Eso fue dentro de la cancha, pero fuera de ella Mancuello agigantó la figura de líder, capitán, emblema, en cada nota post partido, cada declaración, fue un ejemplo de humildad, autocrítica, y sinceridad.

Los ojos de muchos clubes se posaron sobre él luego de un torneo maravilloso en lo personal, sin embargo prefirió quedarse en el club del que es hincha por seis meses más. Fue convocado a la Selección Nacional, considerado por el DT Gerardo Martino como el mejor del país, y en su debut se encargó de patear un tiro libre y convertirlo en un golazo. Sin embargo a partir de ahí comenzó a tener lesiones musculares que lo alejaron de las canchas, más la presión por su retorno hacían que volviese a jugar cuando no era aconsejable, y por ello su nivel mermó.
Ya para 2016 es vendido al Flamengo de Brasil, club con el cual vería la cara de Independiente en la final de la Copa Sudamericada 2017. Mancuello no jugó un solo minuto en esas finales, y culminó su paso por el equipo con 66 partidos y 10 goles. Para 2018 pasa al Cruzeiro, donde jugó 36 encuentros y marcó 2 goles, sin destacarse demasiado, y en el mercado de pases del 2019 pasa a Toluca de México, rechazando antes la oferta de San Lorenzo, en medio de rumores de un pase a Boca, e incluso negándose a volver a Independiente, al ser conocedor de que los dirigentes lo querían pero no el DT, y expresando que: “Volvería al club cuando me vean como opción deportiva, y no cuando me vienen a buscar porque le intereso a otros clubes del país”.
Mancuello totaliza 164 partidos y 21 goles en el Rojo, habiendo logrado la Copa Sudamericana 2010, y siendo uno de los máximos ejemplos de superación propia que se vio en Independiente, siendo símbolo de la camiseta dentro y fuera de la cancha, representando al hincha como pocos, siendo bandera y motor anímico de todo el equipo, ejemplo para los jóvenes del club, y todo ello forjado durante el peor momento del Rojo en su historia, lo que aumenta el mérito.

Escrito por Hernán Gustavo Paglieri – Vicepresidente Peña Roja Daniel Bertoni – San Andrés de Giles

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