La pena máxima



 

Independiente venció a Belgrano, por 2 a 1, y se puso, momentáneamente, a 4 puntos de Racing. Brítez y Braian Romero convirtieron los tantos. El Rojo erró dos penales, profundizando el déficit del equipo en esta cuestión. 

La historia comenzó como se preveía. Un equipo local asumiendo el protagonismo, con buen circuito de juego pero que chocaba permanentemente con el cerrojo propuesto por el Pirata.

En la etapa inicial, Emmanuel Gigliotti contó con dos situaciones claras, de cabeza, en ambas asistido por Fernando Gaibor, y la primera salió apenas desviada, mientras que la segunda fue evitada por César Rigamonti, a contrapierna.

La visita no propuso mucho. Apostó en todo momento a aguantar los embates del Rojo, y a una rápida salida para intentar lastimar de contragolpe.

Lo que no estaba en los planes era que Belgrano tenga la chance de abrir el marcador, por medio de un tiro penal, luego de que Delfino entendiera que Emanuel Brítez cabeceó de forma temeraria a Sebastián Luna. Leonardo Sequeira tomó el compromiso, pateó a la izquierda de Martín Campaña, que no tuvo reacción, y puso el 1 a 0.

Luego llegaron las expulsiones. Una por lado. Primero a Juan Quiroga, por una fuerte falta a Hernández, y dos minutos más tarde, a Maxi Meza, por insultar al arbitro. El Correntino se retiró llorando, del campo, y pidiendo perdón a la gente.

De todas maneras, el conjunto de Ariel Holan no resignó el liderazgo del juego, pese a las adversidades. Nico Figal tomó un balón a 30 metros del arco y remató fuerte al arco. Rigamonti evitó el tanto con una gran atajada.

Cuando esta mitad se estaba yendo, llegó una serie de rebotes al área de los de Diego Osella. Primero Gaibor, luego Hernández, y le quedó boyando a Brítez, quien de media vuelta, decretó el empate transitorio.

En el complemento fue todo del Rojo. Aunque le costó concretar.

A los 8 minutos de esta parte ingresó Braian Romero por Juan Sánchez Miño, estabeciendo un punto de inflexión en el juego, ya que el ex Argentinos volvió a ingresar en buen nivel.

A pocos minutos de haber ingresado, y tras un muy buen centro de Bustos, Braian pudo poner en ventaja a Independiente, definiendo en soledad por el segundo palo, en supuesta posición adelantada, obviada por el juez.

Un rato más tarde llegaron los dos penales para el Diablo, que así los pateó. Para el Diablo...

El primero, ejecutado por Silvio Romero, quien remató débil y al centro del arco, para que el ex arquero de Vélez no tuviera inconvenientes para detenerlo.

El segundo, tomado por Gigliotti, quien remató al palo derecho del portero, que había elegido el contrario. Pero el balón se estrelló en el poste, para continuar con la racha negativa en este tipo de acciones.

La realidad indica que los anteriores dos tiros, desde los 12 pasos, los había convertido Gaibor, pero ya no estaba en la cancha, reemplazado por Burdisso.

Un nuevo triunfo, el tercero consecutivo, y la apertura de una nueva esperanza para pelear la Superliga.

El equipo no tuvo muchos puntos altos, pese al resultado. Nico Domingo fue de lo mejor, solucionando los problemas del mediocampo el solo.

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