Se lo comió el Lobo



 

Independiente dejó escapar dos puntos vitales, en el final, luego de una distracción. Empató 2 a 2, con Gimnasia y Esgrima de La Plata, con goles de Benítez y Gigliotti, y sigue dependiendo de sí mismo para acceder a la Libertadores del año próximo.

El primer tiempo se puede dividir en dos etapas. La primera, en la que el Rojo fue, ampliamente, superior, mostrando una gran presión alta, como en Brasil, el último miércoles. Con los centrales achicando espacios y ubicándose cerca del círculo central, y Nico Domingo y Torito Rodríguez como perros de presa.

En este tramo se vieron acciones interesantes, con Maxi Meza y Martín Benítez como artífices de las buenas jugadas del equipo. Una de ellas llegó de una manera poco usual, tras un pelotazo del Torito, que vio, muy bien, a Silvio Romero, para que éste picara al vacío e, ingresando al área, la parara y divisara al Misionero, llegando a la carrera, por el centro de ésta, y le pegara fuerte y cruzado, y dejara sin chances a Alexis Martín Arias.

El buen juego continuó por varios minutos más. El Lobo sólo podía generar riesgo, en los pies de Brahian Alemán, mediante algún pase suyo, entre líneas.

Hasta que a los 20 minutos, comenzó la segunda, de dichas etapas, cuando Leandro Contín, picó entre los centrales, y se iba a de cara al arco de Martín Campaña. A Figal, no le quedaron muchas opciones más, que tomarlo de su hombro izquierdo y cometerle una falta, entrando al área, que Silvio Trucco consideró como penal, y amonestación para el segundo central, que venía actuando bien. Luego de varias discusiones por esta acción, el árbitro decidió cambiar su penalidad y mostrarle la tarjeta roja. Poco entendible, por lo hecho inicialmente, pero justo, porque el defensor cortó una ocasión manifiesta de gol. La pena máxima fue ejecutada por Alemán, quien le pegó fuerte, alto y esquinado, dejando sin esperanzas a su compatriota, Campaña.

De ahí en adelante, el equipo se dedicó, en mayor medida, más a discutir y a entrar en el roce, que a jugar como venía haciéndolo.

En el complemento se hizo cuesta arriba. Gimnasia sacó provecho, en el arranque del mismo, de la inferioridad numérica del conjunto de Ariel Holan, y buscó bloquearle la salida. De esta manera preocuparon en dos oportunidades al arco local, pero Campaña las evitó, a Contín primero, contra el palo. Y luego tuvo una tapada sensacional, también al juvenil, capturando un balón que pareció haberlo superado.

Estas salvadas del Capitán parecieron envalentonar al Rey de Copas, que fue a buscar la victoria. Primero Benítez intentó de emboquillada y se fue apenas encima del travesaño. Luego el ingresado Emmanuel Gigliotti, cabeceando un tiro de esquina, lanzado por Silva. Y Meza, desde afuera del área, quien remató cerca del ángulo izquierdo del arco Platense.

Tras éstas, Sánchez Miño recuperó una pelota en el mediocampo, que luego capturó Bustos, de enorme segundo tiempo, encaró entre dos jugadores rivales y habilitó sobre el sector derecho del área al Correntino, quien lanzó un buen centro para Gigliotti, que sólo tuvo que empujarla. Buen gol tras una mejor jugada.

El tanto pareció darle tranquilidad al Local, que dormía la pelota tenía el trámite controlado, hasta que, con el tiempo cumplido, y , tras un pelotazo frontal de Fabián Rinaudo, que encontró a Nicolás Colazo, a espaldas de Franco, quien centró para Ezequiel Bonifacio para que empatara el partido.

Lo que dejó esta presentación fue, más allá del empate y la momentánea clasificación a fase previa de Copa Libertadores 2019, es la superación ante la adversidad de la expulsión, y lo mostrado en el comienzo, previo a ésta.

En cuanto a lo defensivo, se sintió la falta de Figal o Amorebieta, ya que Gastón Silva, falló en jugadas importantes, como la del gol del final.

Ahora viene un descanso que le va a sentar muy bien a los jugadores, tras una semana de mucho desgaste, para encarar los últimos partidos, con la fuerza, tanto física como mental, que necesitan esta clase de definiciones.

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