A ganar en Casa



 

Independiente consiguió lo que fue a buscar a Colombia. Empató 1 a 1 con Millonarios, en un partido trabado y cambiante, en el que debió haber ganado. Deberá ganar el próximo jueves a Deportivo Lara, en el Libertadores de América, y, automáticamente clasificará a la siguiente ronda.

El planteo inicial, dispuso a que el equipo se plante, a defender, muy cerca de su arco, por momentos, hasta peligrosamente, y sufrió varios centros en contra, sobre todo, en los primeros 10 minutos. Se cometieron faltas infantiles, cerca de esta zona, evitables si no se quieren tomar riesgos innecesarios.

Luego pareció asentarse y tomar las riendas del partido, controlando el balón, y agrupándose bien, para salir rápido de contragolpe. En estas acciones fueron de gran importancia, tanto Nicolás Domingo, como Diego Rodríguez, para cortar el circuito del Local y jugar con Martín Benítez, quien era el comandante de todos los avances de los suyos.

Aunque la tenencia, en esta etapa, fue, en mayor medida, de los de Bogotá, las jugadas más claras, las tuvo el Rojo. Tuvo tres clarísimas. La primera, en los pies de Álan Franco, tras un centro de Gastón Silva, que tapó muy bien Wuilker Fariñez. Un minuto más tarde, luego de un quite del Torito, se lo perdió el Misionero, rematando desde la medialuna del área, un derechazo que volvió a evitar el arquero local. Pero la más clara llegó cuando se iban al descanso, cuando, después de un tiro de esquina, Franco tomó el rebote y lanzó el pase, a la cabeza de Nicolás Figal, quien insólitamente solo, cabeceó débil y afuera.

Los Colombianos no lograron llevar peligro al arco de Campaña. Tuvieron infinidad de lanzamientos al área, pero sin preocupar al Uruguayo. Lo poco que inquietaron fue por la banda de Braian Romero/ Silva.

En el complemento, todo parecía indicar que el trámite sería el mismo, con un Independiente que jugaba mejor, que pudo convertir a los 8 minutos, por medio de un cabezazo de Emmanuel Gigliotti, tras habilitación de Gonzalo Verón, que tapó muy bien Fariñez. Hasta que llegó un desborde de Ayron Del Valle, quien impactó una suerte de centro, que no tenía destino, y pegó en el brazo de Amorebieta, quien redondeó un partido flojo. Penal y la oportunidad para los Colombianos de ponerse en ventaja, en los pies de Andrés Cadavid, quien remató fuerte, a la izquierda de Campaña.

El trámite se puso áspero. Los equipos se dedicaron más a golpearse, a fingir, que a intentar jugar. La Visita entró en ese desequilibrio psicológico que no le estaba conviniendo. Figal estuvo al borde de la expulsión tras dos faltas fuertes, y del mismo modo, algunos de sus compañeros.

Con el correr de los minutos, los de Ariel Holan, fueron entendiendo que, si se serenaban, tenían chances de empatar. De lo contrario la clasificación corría serio peligro.

A los 30 minutos Silva evitó lo que pudo ser la segunda conquista de Los Azules, cerrando un tiro de Del Valle, que iba directo al arco. Ese rebote quedó en los pies de Braian Romero, que, con rapidez, dejó, con un pelotazo, a Gigliotti, lanzado hacia la valla local, para que, con un enganche, deje en el camino a Cadavid, y le rompiera el arco, a los dirigidos por Russo. Golazo y tranquilidad.

En adelante, todo fue del Diablo, que supo manejar las acciones, y encontró los espacios para llevarse la victoria, en varias oportunidades, principalmente, en los pies de Benítez, y del Puma, que, si no fuera por el gran partido del portero Cafetero, hubiera podido hacer algún tanto más.

Con el resultado puesto, el planteamiento fue bueno, aunque si se desmenuza con más dureza, se sufrió por ambas bandas, sobre todo en la parte inicial. En éllas, tanto Romero, como Verón, tuvieron que hacer un esfuerzo grande para subir y bajar, constantemente, haciendo que su actuación, en ataque, se desluzca. El ex Argentinos pudo soltarse, después de conseguir el empate. Hasta tuvo en sus pies el segundo tanto, de no ser porque el árbitro juzgó como posición prohibida, una muy fina, en la que debió dejar seguir.

El Toro, tuvo una actuación fenomenal, compartiendo el medio con Domingo, o en soledad, cuando el rubio salió reemplazado. Lo mismo Silva, quien en la etapa final, fue fundamental.

El empate es positivo. Depende, totalmente, del Rey de Copas, que, ganando, se mete, de lleno, en la próxima fase, sin importar lo que pase en Brasil, con Corinthians y Millonarios.

 

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