Tengan cuidado



Tengan cuidado con lo que se dice, porque muchas veces, lo que se dice, se dice de mala manera. Y, aunque la tapa de algunos medios hablen del penal, estén alertas, porque Independiente ha vuelto a ganar con la intensidad que lo caracterizaba, a un equipo que está puntero hace dos siglos y que tiene grandes jugadores.

Con el cuidado que tuvo Campaña para respetar los giros en el saludo histórico, Independiente se metió en el estadio Libertadores De América, que explotaba de gente. Gente que gritaba desaforada por un triunfo que lo siga clasificando a la Copa Libertadores 2019. Los papelitos bajaban desde lo alto de la Erico hasta la mitad de la cancha, en diagonal, como una cortina de pájaros.

Cuidado, mucho cuidado, demasiado, quizás. Como un partido de ajedrez. Digamos otra cosa. Digamos que ambos equipos estaban comiendo un plato de fideos con tuco, con camisa blanca. Ninguno se quería manchar. Se medían como los mentones de los púgiles. Pavón no arrancaba, ante la amenaza de Bustos. Benítez pegado a una sombra, que se llamó Wilmar, de apellido Barrios.

De repente, tic tac, tic tac, Verón y centro y Miño y arafue. -Uhhhhh- bajó desde la norte. Independiente era mejor que el puntero. Que Boca. El visitante, que había salido, increíblemente a defenderse, trataba de generar algo con Almendra, el debutante con apellido a banda del Flaco Spinetta. Pero como digo, tengan cuidado. Pavón, involuntariamente, enganchó a Bustos del tobillo y lo sacó de la cancha. Luego Jonás se lesionó solo. Al entretiempo con un 0 a 0 muy cuidado.

En el complemento, el cuidado lo tuvo el local. Que tuvo 15 minutos de furia, en donde le pudieron cobrar un penal a favor, en donde pudo convertir de cabeza y en donde al fin y al cabo se terminó replegando. Ganarle a Boca es muy complicado. Por varios motivos. Pero hay que tener cuidado con lo que se dice. De repente, Figal tuvo cuidado de Pavón y lo corrió 45 kilómetros , se tiró a barrer, se la extirpó y se la entregó a Sánchez Miño. El cuidado voló a la velocidad de los pies del zurdo, que levantó la cabeza y le metió un tremendo pase cruzado a Benítez para dejarlo cara a cara ante Rossi.

Entonces, Benítez la controló. Primero se pararon, con cuidado, los de la popular sur, que eran quienes estaban más cerca. Los siguieron los de la Erico. Los celulares estuvieron atentos, el grito de gol subió como un reflujo. La retina de los nuestros captó que el portero de los visitantes había abierto las piernas. La retina de Benítez también. Era ese el momento, era esa la chance del partido. Y, con cuidado, Benítez tiró por entre las piernas de la figura gris de guantes. -Goooooooooooooooool- Dijo aquel hombre de radio. Y ahora así, la tribuna se vino abajo, y nadie tuvo cuidado de nadie ni de nada. 1 a 0 arriba los nuestros.

El resto del partido se barajó en intentos de ataque de Boca que Independiente supo cuidar, con mucho cuidado. Wanchope la peinó, la bocha salió como un tiro y, otra vez, esa ropa verde, con la que se viste el mejor arquero del fútbol argentino, se arrojó sobre el suelo y con la pierna derecha evitó la caída del arco Rojo. Un arco totalmente cuidado. En el final, todo Boca pidió algo que le suelen cobrar. Penal. De Verón. Pero no, Penel no lo cobró. Pablo Pérez también hizo lo que suele hacer, aparte de jugar muy bien, y se fue expulsado.

Final de un match durísimo. Un partido demasiado complicado. Independiente sigue en zona de Libertadores, aplastó al rival con actitud y se llevó los 3 puntos. Nadie hablará sobre el estado físico, ni las tapas serán de la supuesta ida de Holan. Por eso, tengan cuidado con lo que dicen, porque en la cancha, a ustedes, el fútbol los puede hacer quedar como irresponsables que portan lapiceras.

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