En caída libre



Independiente cayó ante  San Lorenzo por 1 a 0 en un encuentro postergado en el marco de la fecha 15 de la Superliga Argentina. Rubén Botta anotó el gol para la visita y acomodó a San Lorenzo en la carrera para entrar a la Copa Libertadores 2019.

A las 20 horas se encontraron alineados los dos equipos en el campo de juego y Patricio Lousteau estaba ubicado en la mitad de la cancha. Por su lado, Ariel Holan decidió enviar a:  Martín Campaña; Fabricio Bustos, Alan Franco, Fernando Amorebieta, Gastón Silva; Diego Rodriguez, Nicolás Domingo; Braian Romero, Martín Benítez, Leandro Fernández y Emmanuel Gigliotti como referencia de área.

Por su parte, Claudio Biaggio decidió que su equipo inicial estuviera conformado por: Nicolás Navarro; Paulo Díaz, Fabricio Coloccini, Matías Caruzzo y Gabriel Rojas; Franco Moyano, Robert Piris da Motta y Nahuel Barrios; Rubén Botta; Nicolás Blandi y Nicolás Reniero.

El partido empezó con varias llegadas. Martín Campaña tapó su primera pelota a los siete minutos, cuando quedó mano a mano contra Blandi, expandiendo sus brazos y sacando el pecho hacia adelante para cubrir cualquier espacio disponible y despejar el peligro del arco “rojo”. Mientras tanto, Independiente intentó conseguir remates, pero si algo le faltó en los últimos partidos, fue precisión y éste no fue la excepción.

A los 15 minutos, Paulo Díaz bajó un envío hacia Ruben Botta, quien estaba en el área chica. En una baldosa, logró hacer un movimiento para acomodarse, dar media vuelta y meter un golazo para inclinar la balanza hacia el elenco visitante.

El “Rojo” no supo cómo reaccionar en el resto de la primera parte. San Lorenzo se replegó y le otorgó la posesión de la pelota a Independiente, pero sus disparos rebotaban en defensores “azulgranas”, salvo un remate de Gigliotti que se fue al lado del ángulo.

A los 23 minutos hubo una asociación entre jugadores de San Lorenzo, desarmando la defensa toque a toque, pero al final Franco logró despejarla cuando Rojas decidió dar el pase en vez de disparar. Las camisetas rojas invadían el campo visitante pero el tiempo transcurría e Independiente no encontraba precisión ni herramientas para quebrar el cerrojo del “Ciclón”.

Ya en la segunda mitad, Holan decidió sacar al “Torito” Rodríguez por una molestia física y enviar a Juan Sánchez Miño a la cancha. Además, optó por establecer una línea de tres defensores compuesta por Franco, Amorebieta y Silva.

Durante el complemento, el tinte del partido continuó siendo el mismo: Independiente intentando atacar y vencer la defensa impuesta por el rival. Mientras tanto, San Lorenzo decidía aguantar y esperar algún error del “Rojo”, quienes empezaron a evidenciar dolores musculares. Ya había salido Rodríguez por uno y Franco tuvo que ser asistido por otro. Además, esto se vio potenciado por el excesivo uso de faltas por el elenco de Biaggio, terminando con siete amonestados.

El lado derecho de Independiente fue el más débil en todo el partido y por donde vino el gol del equipo visitante. Bustos se fue expulsado a los 30 minutos del segundo tiempo por doble amarilla luego de una falta a Piris da Motta.

Los disparos más claros del equipo comandado por Ariel Holan fueron remates de tiros libres enviados por Silva. Además de él, el que más intentó en todo el partido fue Martín Benítez con pases precisos y con alguna que otra prueba de media distancia.

Ya en el final del partido se produjo la polémica de la noche: luego de varios rebotes después de un córner, la pelota pegó en la mano de un defensor “azulgrana”, pero Lousteau decidió ignorarla, generando el reclamo de los locales.

San Lorenzo tuvo muy pocas llegadas en el partido, pero convirtió un gol y decidió replegarse. Decidió jugar a un estilo que lo mantuvo ordenado y cerrado, evitando cualquier tipo de intención de Independiente, que dejó escapar una chance más para acomodarse en posiciones de Copa Libertadores 2019.

Ahora, a reponerse e ir a Córdoba en búsqueda de los tres puntos, este domingo, en una difícil parada: Talleres.

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